La escasez de lluvias obliga a activar en invierno la prealerta por sequía

La situación dista de ser alarmante, pero siempre es mejor prevenir que lamentar y el bajo caudal que estos días se observa en los ríos ha llevado a la Xunta a activar la prealerta en Galicia por sequía en pleno invierno. Las escasas lluvias que ha dejado penetrar el anticiclón de las Azores mantiene a los embalses en el mínimo de normalidad, por lo que no «hay motivo para la alerta», tal y como ayer indicaban desde la Consellería de Medio Ambiente a través de un comunicado.

Los caudales de los ríos, pese a ser inferiores a los de otros años en esta época, «son suficientes para garantizar el abastecimiento de los núcleos que captan directamente de ellos y carecen de embalses reguladores», indica la Xunta en la citada nota.

Así las cosas, y dada la «situación meteorológica atípica» de los últimos meses, los sistemas hídricos naturales no se están recargando como cabía esperar y, en consecuencia, «es necesario estar vigilantes», según apuntó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien aludió a este asunto tras la reunión semanal de su ejecutivo. En este sentido, no ocultó el mandatario, aunque insistió en lanzar un mensaje de tranquilidad, su preocupación de cara a la temporada estival.

Las escasas precipitaciones que se esperan para los próximos días no cubrirán las escasez de una temporada que es tradicionalmente la más húmeda del año. Es por ello que, en palabras de Feijóo, es prioritario hacer «un uso responsable del agua», tanto los ciudadanos como las empresas e instituciones. En cuanto a los efectos prácticos que tiene el estado de prealerta, implica, según explicó, que se intensificará el seguimiento de la situación y se convocará a la Oficina Técnica de la Sequía. La Administración Hidráulica de Galicia «seguirá con atención» la evolución de los recursos hídricos de la demarcación.

Temporal costero

Por otro lado, las provincias de La Coruña y Lugo están desde esta madrugada en alerta naranja por un temporal costero que podría dejar olas de entre 5 y 6 metros. El mismo que azota al norte peninsular, donde se esperan vientos con rachas de 100 kilómetros por hora, con fuerte oleaje en el Cantábrico y que se canalizará entre el anticiclón de las Azores y una zona de bajas presiones en el interior de Europa.

Por este motivo, y con el fin de garantizar la seguridad de los bienes y de las personas, la Dirección Xeral de Emerxencias informó con antelación suficiente a los ayuntamientos de las provincias afectadas, a las diputaciones, a los servicios de Protección Civil y a los clubes náuticos, para que estén pendientes de las posibles incidencias y extremen la precaución. Un aviso que también dirige a la ciudadanía.