Feijóo no revela aún su futuro, ya decidido

Alberto Núñez Feijóo tiene decidido qué quiere hacer con su futuro político y pronto lo hablará con Mariano Rajoy, pero no será este domingo durante la visita del presidente del Partido Popular a Pontevedra, su ciudad, que le acaba de declarar «persona non grata». El líder del PPgallego quiso ayer restarse protagonismo de cara a este fin de semana y cedérselo todo a Alfonso Rueda, que será nombrado nuevo responsable de la formación en esta provincia, y a Diego Calvo, que mañana tomará las riendas de los populares coruñeses.

«El domingo es el día de Rueda y de despedir a Louzán —señaló en referencia al presidente saliente—. Habrá otros días para hablar con Rajoy. No es bueno mezclar una cosa y la otra», indicó Feijóo.

No obstante, reconoció que una vez concluidos los cuatro congresos provinciales, llega el momento de tomar una decisión en firme antes de celebrar en primavera el cónclave autonómico del que saldrá el líder con el que el PP intentará continuar al frente de la Xunta. «En breve se mantendrá la conversación. Le trasladaré mi opinión y mi propuesta», declaró Feijóo preguntado al respecto varias veces en las que repitió que tiene una «opinión adoptada» sobre si optará por tercera vez o no a la Presidencia de la Comunidad.

Garantizó que el calendario previsto se cumplirá con independencia de la situación que se esté viviendo en la política nacional, es decir, que el PP tendrá nombrado a su cabeza de cartel antes de unas hipotéticas generales el 26 de junio. En ese punto, Feijóo ironizó con que, de lo contrario, tendría que afiliarse al PSOE, en alusión a los continuos retrasos que los socialistas están aprobando para sus primarias con la «excusa» del bloqueo político tras la fallida investidura de Pedro Sánchez, pues se considera que el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, intenta ganar tiempo para lograr ser desimputado.

«Somos gallegos y una forma de respetar a los gallegos es tener un calendario del partido que trabaja en Galicia. Escudarme en problemas de otros para no resolver los problemas autonómicos no es más que una excusa y las excusas no pueden ser normas de actuación», argumentó.

Tampoco quiso entrar en quinielas de futuribles relevos para él, aunque no duda de que «hay gente capacitada para hacerlo». En cualquier caso, expuso que su preocupación es «acertar con los cuatro presidentes provinciales», cargos en los que habrá una renovación del 75 por ciento.