Panorámica del incendio forestal de Arbo (Pontevedra) el pasado 11 de agosto
Panorámica del incendio forestal de Arbo (Pontevedra) el pasado 11 de agosto - EFE

Extinguido el incendio forestal que arrasó con 40,7 hectáreas en Barro

La Xunta aboga por endurecer las leyes contra los incendiarios, pensando en el futuro. Sostiene que «la mayoría de los fuegos son intencionados»

Santiago Actualizado: Guardar
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«Toca incrementar la vigilancia policial y, pensando en el futuro, ver hasta dónde somos capaces de legislar siendo más contundentes». Eran palabras de la conselleira do Medio Rural, Ángeles Vázquez, quien de forma tajante afirmaba ayer desde Lugo que «la mayoría de los fuegos son intencionados». «Sin duda alguna», aseveró a preguntas de la prensa, respaldando su argumento en que «no hay más que ver las horas y los lugares». Una tesis que cobra si cabe más sentido a medida que avanzan las investigaciones abiertas sobre el terreno.

Y el incendio declarado en la tarde-noche de ayer en el municipio pontevedrés de Barro acaba por confirmarla. Hasta tres focos simultáneos pudieron observarse según testigos de la zona de A Portela.

Los medios de extinción se afanaron durante toda la madrugada en luchar contra las llamas que avanzaban por los montes hacia Verducido y sin el apoyo de los medios aéreos, hasta que a las 4.46 horas de este viernes lograban apagarlo. El balance provisional, atendiendo al informe de Medio Rural, asciende a 40,7 hectáreas calcinadas.

Una semana negra

Cerca de 200 fuegos declarados y más de 7.000 hectáreas calcinadas es el balance que arroja una semana negra para la Comunidad gallega. Cerillas, pastillas de encendido, mecheros... cualquier material hallado tras la extinción se presenta clave para esclarecer el origen de las llamas, pues los agentes localizan huellas que les llevan directamente a sus autores. Un papel fundamental juegan los testimonios de los vecinos, que resultan esclarecedores para identificar directamente al culpable o culpables. De ahí que el departamento autonómico no pierda de vista articular leyes más severas contra quienes queman los montes.

En este sentido, la Guardia Civil investiga a dos hombres como presuntos autores de sendos incendios forestales registrados en los municipios orensanos de A Pobra de Trives, con más de 190 hectáreas calcinadas el pasado 14 de agosto, y Muiños (0,09). En el primero de los casos se trata de F.F.G., de 72 años de edad y vecino de Islas Baleares; en el segundo, de J.A.G., de 61 años y residente en Pazos (Muiños).

La conselleira se refirió a la oleada de fuegos «como un mal sueño con una realidad sobre la cual ya estamos trabajando», en clara referencia a las actuaciones necesarias para paliar las consecuencias de los incendios. En este sentido, Vázquez recordó que, pese a que parece que ha pasado lo peor, «detrás de los incendios vienen las lluvias y tenemos que frenar todo aquello que puede empeorar, y la manera de hacerlo es activando una línea de ayudas que hay que consensuar con los ayuntamientos y con los ciudadanos para ser operativos e intentar llegar a todo el mundo», señaló respecto al anuncio realizado a principios de semana y que, precisamente, abordaba el miércoles con el alcalde de Porto do Son, zona cero de los incendios. Hoy la conselleira se citará con los regidores donde fue declarado el nivel dos de alerta, por la cercanía del fuego con las casas.

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