Las primeras medidas de urgencia llegan a la zona cero de los fuegos

La ola de incendios que asoló el monte gallego durante los últimos diez días se saldó con unas siete mil hectáreas quemadas y miles de personas afectadas. Desde la Xunta confirmaron a inicios de semana que en breve se activará una línea de ayudas específica destinada a paliar los daños generados por el fuego. La previsión es que esta contribución económica —que provendrá de fondos de las consellerías de Facenda, de Vicepresidencia, de Medio Ambiente y de Medio Rural— empiece a llegar a los vecinos antes de finales del mes de agosto. De forma paralela, la conselleira del ramo inició ayer una ronda de visitas por los concellos en los que los incendios causaron mayores estragos para aprobar, mano a mano con los alcaldes, un plan de medidas urgentes.

La primera parada de la conselleira Ángeles Vázquez fue, ayer, el municipio coruñés de Porto do Son. Con más de un millar de hectáreas carbonizadas, la titular de Medio Rural destacó que una de las actuaciones más urgentes consiste en agilizar el corte de la madera quemada para iniciar así la repoblación de los montes y recuperar la cobertura vegetal lo antes posible. Además, y en connivencia con el regidor de la localidad, la conselleira apostó por el restablecimiento inmediato de los cierres para el ganado que ocupa de forma extensiva los montes de la zona. También se proveerá a estos animales de alimento y se velará por la subsistencia de las colmenas afectadas por las llamas.

Solo dos fuegos por apagar

Al tiempo que las localidades afectadas empiezan a hacer recuento de daños, las brigadas de la lucha contra el fuego plantan cara a los últimos coletazos de una semana negra para el monte gallego. Al cierre de esta edición y, atendiendo al parte del departamento de Medio Rural, no había ningún incendio forestal activo en la Comunidad. Los esfuerzos se concentraban en la tarde de ayer en dar por extinguido el fuego Pobra de Trives (Orense), extremo que se lograba un cuarto de hora después de las siete, tras arrasar las llamas con 194 hectáreas de suelo. En su extinción trabajaron 44 brigadas, 17 motobombas, 7 helicópteros y dos aviones. Un plantel que completaban efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplazados hasta la zona para impedir su reactivación. Tan solo una hora antes quedaba sofocado el incendio de Cervantes, con un registro de 46 hectáreas quemadas.

Por su parte, fuentes de la Guardia Civil informaron este miércoles de la investigación abierta contra un presunto incendiario vecino del municipio pontevedrés de Pontecesures. El acusado, de 61 años, fue localizado e identificado de manera conjunta por agentes del Seprona y del grupo de investigación de incendios forestales de la jefatura provincial de la Policía Nacional. Según los primeros indicios, el hombre podría ser el responsable de un fuego ocurrido el pasado fin de semana en el lugar de Grobas, y en el que se calcinaron unas tres hectáreas de monte arbolado.

El foco se inició por la aplicación directa de la llama mediante el uso de un mechero, justo en el margen derecho de la calzada que da acceso al lugar. Las investigaciones determinaron que el supuesto autor lo pudo haber hecho con la única finalidad de eliminar la maleza que dificultaba el acceso a sus fincas, una práctica prohibida.