Abanca y Afundación

Este verano se repartirán más de 44.000 menús entre los escolares de familias vulnerables

El programa 'Cubertos' tratará de mantener la alimentación saludable de los niños una vez finalizado el período escolar

El programa Cubertos 2020 CEDIDA

E. D.

El verano y el fin del curso escolar están ya a la vuelta de la esquina y, con ello, vuelve la lluvia de menús solidarios. Durante las vacaciones, se repartirán alrededor de 44.000 menús saludables, 1.000 diarios, entre los menores en riesgo de pobreza o exclusión social en las principales ciudades gallegas. Se trata del programa ' Cubertos ', que quiere apoyar a las familias en mayor situación de vulnerabilidad, especialmente las afectadas por la crisis del coronavirus. De esta manera, se trata de garantizar que los más pequeños continúen con una alimentación saludable también en verano, cuando se interrumpe el programa de becas comedor. Esta es la tercera edición del programa, puesto en marcha por Afundación y Abanca en colaboración con ayuntamientos y entidades sociales. Se inició ya en el periodo estival de 2020 y continuó también durante las vacaciones de Navidad.

En esta tercera edición, 'Cubertos' centrará sus esfuerzos en los meses de julio y agosto entre La Coruña, Lugo, Orense, Pontevedra, Santiago, Vigo y Ferrol. El presidente de Afundación, Miguel Ángel Escotet, justifica esta nueva medida: « La pandemia de Covid-19, que ha sacudido a la humanidad completa , ha puesto de relieve la importancia vital del concepto de confraternidad, de solidaridad, entendiendo que vivir es sinónimo de ayudar, de cuidar y de estar en relación con nuestros semejantes. Esta es la esencia del programa 'Cubertos', en el que resulta imprescindible la labor de los 100 miembros del equipo de la Obra Social de Abanca y los 120 voluntarios y voluntarias tanto de Abanca como de Afundación que velarán por su correcto funcionamiento, preparando la distribución, entregando los menús y atendiendo a las familias».

Habrá habilitados 15 puntos de recogida con el fin de que sean todo lo accesibles que se pueda para las familias. Las localizaciones de estos puntos se determinarán en función de las necesidades.

Los menús serán saludables, a fin de inculcar los hábitos de vida saludables a través de la alimentación y el ejercicio. Así, los menús, elaborados en empresas gallegas especializadas y supervisados en su totalidad por nutricionistas , deben ser equilibrados, pero orientados a las necesidades de los menores, y a sus gustos. Se preparan con productos frescos, apunta Afundación en una nota de prensa, y se compran a proveedores locales. En el caso de que alguno de los pequeños sea intolerante a algún alimento, se atenderá a esas necesidades específicas.

Este programa se incluye dentro del compromiso demostrado de Abanca y Afundación con los colectivos más vulnerables, teniendo en el horizonte el grave impacto económico que continúa gestando el coronavirus. El objetivo común es formentar, además, el voluntariado y la responsabilidad compartida en la construcción de una sociedad más justa.

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