En primer término, el conselleiro Francisco Conde, junto al alcalde de Ferrol y el presidente de ASIME
En primer término, el conselleiro Francisco Conde, junto al alcalde de Ferrol y el presidente de ASIME - IAGO LÓPEZ

La eólica marina, complemento al resurgir del naval en la ría de Ferrol

El congreso sobre las plataformas offshore analiza el futuro del sector a nivel global

Santiago Actualizado: Guardar
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Un «nuevo optimismo», cubre la ría de Ferrol, después de que esta semana Navantia firmase los contratos para construir dos buques de aprovisionamiento de la Armada australiana, se deslizase la posibilidad de conseguir nuevos encargos y se asegurase ya, al menos, carga de trabajo para los diques hasta 2020. Con esas palabras lo definió el alcalde de la ciudad, Jorge Suárez, que no solo saludó el contrato militar del país oceánico, sino también la posibilidad de construir los futuribles para Arabia Saudí.

En tiempos con peor horizonte para el sector naval de la comarca, toda la industria hizo un esfuerzo de adaptación para conseguir entrar en un nicho de mercado que hoy se revela como uno de las vías de futuro de la energía a nivel global.

La experiencia en el trato del metal y la infraestructura revelaron a Galicia como una de las posibles potencias en construcción de eólica naval, un camino que costó abrir pero del que queda todo por andar.

Ayer se inició en la ciudad departamental el «Galician Offshore International HUB 2016», que reunió a una buena parte de las empresas punteras en el sector, para analizar su pasado, presente y, sobre todo, futuro. En su intervención de apertura, el presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (ASIME) puso sobre la mesa el dato de que la energía eólica —sumadas la terrestre y la marina— fue la de mayor instalación en el año 2015, seguida de la solar fotovoltaica y el carbón.

Por su parte, el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, destacó el salto que ha dado el naval gallego al conseguir introducirse en este sector, lo que no solo implica una mayor diversificación, sino una mayor capacitación técnica que redunda también en más competitividad para los astilleros de la Comunidad. Además, el titular de la cartera económica autonómica quiso potenciar esa visión de la eólica como un complemento y no un sustituto de la fabricación y reparación de barcos que seguir cultivando en paralelo a los nuevos contratos.

«Vencer el miedo»

Además de los propios astilleros, entre las grandes beneficiadas de la entrada en la eólica marina se ha encontrado toda la industria auxiliar. En una mesa redonda que sirvió para concluir la jornada de ayer, los representantes de las empresas satélites destacaron que «estamos de apoyo, pero también somos necesarios para sacar adelante todo el proceso». Tras confesar que para poder apostar por este nuevo nicho de mercado «hubo que vencer muchos miedos», también apuntaron que el desafío al que se enfrentan es grande porque «parecía más fácil de lo que al final fue». Los aerogeneradores offshore suponen unos estándares de calidad diferentes a los de los barcos y hay que asimilar una legislación internacional más exigente para este tipo de plataformas.

Aunque Galicia tiene capacidad para convertirse en potencia fabricante, las características de la costa gallega y española impiden de momento instalar parques que puedan resultar rentables. A lo máximo que se aspira a corto plazo es a probar prototipos de desarrollo en un futuro.

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