Yolanda Díaz, diputada de En Marea
Yolanda Díaz, diputada de En Marea - EFE

Crece el ruido interno de En Marea por la incomodidad de Anova

El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, pone por delante el objetivo común de desbancar al PP de la Xunta

Santiago Actualizado: Guardar
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Los buenos resultados electorales no son suficiente para que las augas bajen tranquilas por la izquierda radical gallega. El lunes trascendía el malestar generado en Anova porque entendían que no se están cumpliendo los acuerdos políticos que se habían firmado para concurrir a las generales. Desde la formación que lidera Xosé Manuel Beiras se entiende que la sociedad puede empezar a percibir que En Marea es un mero apéndice gallego de Podemos, dado que Galicia quedó excluida, por ejemplo, del programa de Gobierno que los de Pablo Iglesias presentaron al PSOE, pese a que Yolanda Díaz formó parte del equipo redactor.

Para intentar silenciar el ruido interno, hacia afuera las voces que buscan trasladar comodidad suben el tono.

Fue precisamente la líder de IU en Galicia la que salió al paso de las acusaciones de «sucursalismo» con las que deben lidiar ahora los rupturistas. Yolanda Díaz defendió en una entrevista concedida a la Radio Galega que la coalición gallega tienen «autonomía propia, voz propia y voto propio» pese a compartir «estrategia» dentro del autodenominado grupo confederal que lidera la formación morada y en el que se encuentran integradas sus confluencias. En el mismo sentido, y aunque ayer también compareció en el Congreso flanqueando a Íñigo Errejón, destacó que «En Marea no está en el grupo de Podemos. Podemos repetir una mentira mil veces pero no se va a convertir en realidad. Mi portavoz se llama Alexandra Fernández y tiene disposición de voto propio». Desmontada ya cualquier posibilidad de que la candidatura gallega tenga grupo propio, se afanó en insistir en su autonomía y en que «Galicia nunca estuvo tan representada en las Cortes».

Y como suele suceder en todos los partidos siempre que las estrategias fallan, Díaz también echó la culpa a la comunicación de la revelación de la poca incidencia de los gallegos en las posiciones de Podemos, un capítulo que prometió mejorar.

Quienes no pueden disimular su descontento son el brazo pretendidamente más autóctono de la Marea. Ayer uno de los hombres fuertes de Anova, el número dos y alcalde de Santiago Martiño Noriega manifestó que «los lugares de confluencia son siempre complejos de construir», aunque entiende que vale la pena debido a que les podría dar la posibilidad en unos meses «de disputarle la Xunta al PP». Del mismo modo, instó a «cuidar el proyecto» y declaró que no iba a ser «el que pusiese obstáculos en su construcción».

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