Los concellos gastan uno de cada diez euros de sus ingresos en inversión real

Los municipios soportan la carga de gestionar los servicios esenciales al ciudadano. Los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas reflejan que casi ocho de cada diez euros que ingresan los concellos de Galicia se va en el pago al personal, bienes y en costear la gestión de los residuos, el agua, las infraestructuras o el alumbrado público, entre otras prestaciones de mínimos. En total, 1.675 millones de euros de los 2.183 que las arcas locales ingresaron durante el año 2016. La otra cara de esta moneda incide en la ínfima capacidad de los gobiernos locales para invertir en proyectos propios: apenas 211,5 millones, un exiguo 9,7% del volumen total.

Los ayuntamientos necesitan el 90% de lo que recaudan por impuestos directos, 793,7 millones, para abonar los 721,6 millones que cuesta asumir los salarios de los funcionarios públicos y el personal eventual.

Ya solo para poner en marcha los servicios esenciales fueron a parar 954 millones, algo menos de la mitad de la capacidad de gasto local. Es gracias a los tributos —1.747 ingresados, entre directos e indirectos— y a los 765 millones de las transferencias corrientes que los concellos pueden hacer frente a la mayoría de competencias que tienen asignadas.

Un informe elaborado por la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) sobre el coste efectivos de los servicios en 2014 estimaban que unos 97 de cada 100 euros por habitante recaía en los fondos para la recogida de basuras y la limpieza viaria. En segundo lugar, la gestión del agua absorbe 72 y aquellas localidades con Policía Local, unos 48 euros de cada 100. Su peso específico dentro de los presupuestos se reduce, respectivamente, al 19,3%, 14,3% y al 9,6%. Es decir, uno de cada tres euros de los fondos municipales para servicios se gasta en estas tres áreas.

Por provincias, los concellos orensanos son los que tienen más gastos de personal: un 36,6% de sus ingresos. Le sigue Lugo de cerca, con un 35,4%, Pontevedra (34%) y La Coruña (30,7%). En Orense se da también el menor gasto en bienes y servicios (41,5%), una categoría que encabeza Pontevedra con el 46,4% de su gasto.

Si analizamos las previsiones que Hacienda hace de la recaudación tributaria en las ciudades gallegas para el 2017, no hay agravio comparativo posible. Vigo, La Coruña, Santiago de Compostela, Pontevedra, Orense y Lugo entregarán a la Agencia Tributaria 39 millones por el IRPF, el IVA y los gravámenes al alcohol, el tabaco o los hidrocarburos.

La Conferencia

Ninguno de los presidentes autonómicos que el martes se sentarán en el Senado para participar en la Conferencia de Presidentes acude con la intención de perder posiciones en el tren de la financiación. La reforma del modelo —necesaria, coinciden la mayoría— intentará satisfacer en la medida de lo posible las necesidades específicas de cada territorio. Unos pedirán más por tener más población, otros, también más, por que la suya se va haciendo mayor y dispersa, como es el caso de Galicia. Más del 50% de entidades de población de menos de cien habitantes registradas en toda España se encuentra entre los límites de Fisterra y el Padornelo.

El Gobierno gallego contempla en sus presupuestos para el próximo ejercicio —hoy se reanuda su tramitación parlamentaria después de prorrogar los anteriores durante el mes de enero— que el 88% del aumento del gasto, de 259 millones, se destine a pagar la sanidad pública, la educación y las políticas de empleo. Esto significa que de los 8.623 millones que se distribuirán entre las consellerías, un 64,6% (5.573) desembocarán en Sanidade, Educación y Política Social.

Desde que el Partido Popular llegó a SanCaetano en 2009, Galicia solo dejó de cumplir un año –ninguna autnonomía lo respetó— el objetivo de déficit pautado por el Estado. Mantener las cuentas saneadas en todo este tiempo supone un «bonus» de 298 millones para ensanchar el margen de gasto. Hay otros índices que ofrecen buenos argumentos al Gobierno gallego para reclamar más atención al envejecimiento demográfico. El gasto farmacéutico y sanitario en la Comunidad se disparó en el año 2015: aumentó nada menos que un 37% respecto al año anterior. De igual modo, se incrementó el volumen empleado en medicamentos sin receta, un 9% más, y apenas se redujo en un 0,8% el gasto en productos recetados por los facultativos.

Todo ello a pesar de los esfuerzos de la administración por aumentar la dispensación de medicamentos genéricos. Galicia es la segunda Comunidad Autónoma donde más ha crecido el mercado de genéricos en el último año (1,6%), solo por detrás de Cataluña y por delante de Madrid y el País Vasco, según un observatorio de la Federación Empresarial de Médicos Españoles (FEFE).

Dispersión, envejecimiento y gasto sanitario. Son los tres criterios básicos que la delegación gallega pondrá encima de la mesa en la Conferencia de Presidentes, después de la reunión preparatoria del orden del día que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría mantuvo con los consejeros de cada territorio. Fue antes de que, en Santiago, hiciera una apelación a aprovechar «el momento» y la «oportunidad» de generar un nuevo acuerdo en el modelo de reparto de los recursos. Así se refleja en la ponencia territorial que el PP presentará en su congreso y en cuyo equipo redactor se integró Feijóo. Vistos los datos, el presidente de la Xunta se mantiene en sus trece: ni privilegios, ni reducciones. A Galicia lo que le corresponda.