Foto de familia de Feijóo y Sáenz de Santamaría con los integrantes de la ponencia territorial y económica del PP, ayer en Compostela
Foto de familia de Feijóo y Sáenz de Santamaría con los integrantes de la ponencia territorial y económica del PP, ayer en Compostela - DAVID CABEZÓN /PPDEG

Feijóo lleva la financiación sanitaria y la demografía a la Conferencia de Presidentes

Génova rinde honores al PP gallego tras su victoria electoral del 25-S y lo pone como ejemplo para el partido

Santiago Actualizado: Guardar
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El envoltorio del acto de ayer era la reunión de la ponencia que redacta el documento territorial y económico que el PP presentará en su congreso de febrero, en la que participa Alberto Núñez Feijóo. Pero en realidad, Génova quería rendir honores y realizar un reconocimiento público al partido en Galicia tras su incontestable victoria en las autonómicas del pasado mes de septiembre. Soraya Sáenz de Santamaría, Javier Arenas, Álvaro Nadal y Fátima Bañez no escatimaron elogios para Feijóo y los suyos, a los que pusieron como ejemplo a seguir para el resto de territorios. «Sana envidia», reconoció sentir Arenas, «los resultados electorales no se consiguen por casualidad», sino fruto de la «presencia capilar» del PPdeG en la sociedad.

Reconocido como mariscal de campo por la plana mayor del partido, Núñez Feijóo aprovechó para adelantar dos cuestiones que pondrá encima de la mesa en la Conferencia de Presidentes de este martes, cruciales para Galicia a corto plazo pero también para España, si se les ve con perspectiva: la financiación de la sanidad y el problema demográfico.

«Es insostenible para el Estado del Bienestar que baje la natalidad y aumente la esperanza de vida», lo resumió gráficamente el presidente gallego; «esto no aguanta así», apostilló Arenas. Para Feijóo, este «es el desafío más importante que tiene España en este momento, y planteó la oportunidad de alcanzar un Pacto de Estado por la Demografía, con la esperanza de que «los demás grupos políticos no piensen en siglas y colores, sino en los abuelos, los padres y los menores».

Dentro de este acuerdo deberían recogerse, a juicio del barón gallego, medidas para dar más apoyo a las familias que quieren hijos, iniciativas para facilitar la conciliación o inversiones para aumentar las plazas de guardería y alcanzar la ratio marcada por la Unión Europea, «algo que Galicia ya ha conseguido», presumió.

Íntimamente relacionada con este problema está «la partida de gasto más importante de las autonomías», como es la dedicada a la sanidad, que según Feijóo representa más del 40% de los presupuestos de las comunidades pero que amenaza con superar el 50% en el medio plazo. «Es imprescindible que el debate sobre la financiación autonómica tenga en cuenta la situación demográfica del Estado de las autonomías», ya que los territorios con una población envejecida se ven obligados a hacer frente a mayores gastos en políticas sociales y sanitarias. «Y abordemos, de una forma serena, la reforma del sistema de las pensiones», dijo, «para que los jóvenes de hoy puedan cobrar las pensiones del mañana».

Feijóo, que defiende una mayor descentralización política en España —guiño a un Manuel Fraga de cuyo fallecimiento se cumplirán mañana cinco años— pero desde la lealtad a la unidad del país, consideró un «error» pensar «que el único responsable de que las cosas salgan mal es el presidente del Gobierno», y apostó por incorporar al Ejecutivo «el núcleo de responsabilidad de las 17 autonomías». Aquí volvió a reiterar su reconocimiento a las diferentes sensibilidades que existen en el ámbito territorial —mención velada a Cataluña y País Vasco—, una cuestión «subjetiva» que no puede imponerse al debate «de derechos y servicios» que desde las autonomías se prestan a los ciudadanos. «La Conferencia no puede servir para exagerar lo que nos separa, sino para subrayar lo que nos une», añadió.

Soraya Sáenz de Santamaría no se salió de este guión y pidió «ser generosos» para entender que los problemas de España no se solucionan únicamente desde el Gobierno central sino también desde las Comunidades. «Si sabemos escuchar, sabremos avanzar», al tiempo que llamó a pasar del «hay que hacer» al «vamos a hacer». «Es el momento y la oportunidad», consideró.

Críticas al populismo

Los dirigentes populares dirigieron también sus dardos a la izquierda populista, «que dibuja la ficción de que está predeterminada para gobernar» pero «cuanto más la conoce, el pueblo dice que no a su soberbia», en palabras de Feijóo, «quieren poner a España a su servicio», frente al papel de «humildes servidores» de los populares.

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