El «caso Quinteiro» resurge en la Cámara

Tanto la dirección de En Marea como la propia diputada insistieron en los últimos días en dar el asunto por «cerrado», pero este martes el llamado «caso Paula Quinteiro» volvió a cobrar protagonismo en el pleno del Parlamento gallego. El motivo fue el tenso intercambio de acusaciones que mantuvieron la parlamentaria rupturista y la popular Paula Prado durante el debate de una iniciativa que reclamaba equiparar por ley los permisos de maternidad y paternidad en Galicia. La encargada de defender esta propuesta —finalmente rechazada— fue la propia Quinteiro, que inició su intervención denunciando la existencia de una «mordaza» en la Cámara autonómica para evitar que los grupos digan que el PP fue «condenado por corrupción» en la sentencia del caso Gürtel.

En su turno de réplica, Paula Prado censuró los reproches de la parlamentaria rupturista y le afeó el hecho de reclamar «ética» al PP tras haber ignorado la consulta a las bases de En Marea en la que un 85% de los inscritos pidieron su renuncia por encararse con un agente durante un control nocturno por vandalismo. «Yo le voy a explicar lo que es la ética para nosotros», apuntó Prado, al tiempo que recordó que también el líder de En Marea, Luís Villares, le pidió a Quinteiro «que se fuera» sin que ello surtiese ningún tipo de efecto en la parlamentaria. «Ella no se va y el señor Villares tampoco», denunció la diputada popular, al tiempo que ironizó con la «interpelación» parlamentaria con la que —según recoge el atestado policial— la rupturista amenazó a los agentes.

De nuevo desde la tribuna, Paula Quinteiro respondió visiblemente molesta a las críticas de Prado y aseguró que «la única que estuvo imputada» fue la parlamentaria popular en el marco de la operación Pokemon; un caso que finalmente fue archivado por el TSXG «al no apreciar la comisión de ningún delito». Finalmente, la diputada de En Marea sentenció que, tras la intervención de Prado, el PP deja claro que «es un partido machista», una acusación que motivó la intervención del portavoz parlamentario de los populares, Pedro Puy, que exigió su retirada del diario de sesiones. El tono bronco del debate motivó incluso la intervención del presidente de la Cámara, Miguel Santalices, que pidió la colaboración de todos los grupos para evitar confrontaciones de este tipo.