«El alcalde tiene un tic autoritario muy claro y no encaja las críticas»

¿Repuesto del resultado electoral?

Sí. En verano ya lo estaba. No hay duda de que fue un resultado insatisfactorio y a analizar, pero hay que asumir el nuevo papel y estar a la altura de los miles de votos que tuvimos en un momento complicado.

¿Qué falló para que un partido recién creado pasase por encima de los tradicionales?

Hubo un momento de mucho desgaste de la marca PP, indignación de la gente y la aparición de una fuerza que llegaba sin mochila y aparentemente sin condicionantes ideológicos, aunque luego demostrasen que tenían muchos. Ellos generaron una ilusión en los que los vieron como la nueva política y su mecha prendió en el descontento.

Habla de desgaste de la marca y todos sabemos lo que pasó en Santiago el anterior mandato.

¿Cree que Agustín Hernández se llevó un golpe que se merecían otros?

Tampoco quiero hacer ese análisis. Di un paso en un momento complicado y lo di con ilusión, como todo lo que hago. Ser alcalde me enriqueció como persona y como político, ya que tuve que cambiar el ritmo, hacer política más pegada al vecino. Tengo asumido que el candidato era Agustín Hernández y el que no consiguió el resultado que quería era Agustín Hernández.

Tras haber sido conselleiro y alcalde, ¿cómo es el paso a la oposición?

Aunque lo vean como una novedad, lo viví en 2005 cuando perdimos la Xunta. Entonces pasé de la dirección xeral de Obras Públicas a ser un ciudadano anónimo y a trabajar en la empresa privada, una época que me gusta reivindicar ya que se habla tanto de las puertas giratorias. Ahora estoy en un momento parecido, me toca analizar con espíritu crítico lo poco que hace el gobierno y hacer propuestas.

¿Qué es lo que más le reprocha a Martiño Noriega de estos meses?

Lo poco realista que es con relación al resultado que obtuvo. El alcalde tiene muy mal encaje, poco espíritu democrático y un tic autoritario muy claro.

¿Existe la pinza PP-PSOE que denuncia Compostela Aberta?

No hay ninguna estrategia preconcebida. Es más, nosotros asumimos en Santiago lo que como partido reclamamos en toda Galicia, que es que gobierne la lista más votada. Obviamente, si no son capaces de hacerlo la oposición está legitimada a buscar alternativas.

Les han invitado a que hagan una moción de censura. En caso de que la situación de bloqueo se mantuviese, ¿sería conveniente efectuarla?

Están jugando al victimismo. Como no saben dirigir, se quejan. Ahora lo que deben hacer es redactar los presupuestos, tramitar las ordenanzas fiscales y hacer funcionar el Concello.

¿Teme que si actuasen contra Noriega lo convertirían en un mártir político de cara a las autonómicas?

A nosotros no nos obsesiona la figura de Noriega, lo que nos preocupa es la ciudad. No vamos a actuar en base a elucubraciones de un ámbito externo.

Hace meses dijo que no veía a Noriega con el objetivo de presentarse a la Presidencia de la Xunta en 2016. ¿Lo mantiene hoy?

Lo matizo. Es cierto que lo veo triste, desilusionado y desfondado. Creo que no le gusta la gestión de impulso a los proyectos y puede querer buscar un destino más cómodo.