La CEG ahonda su división interna entre acusaciones de fraude electoral

La esperada unión en el seno de la Confederación de Empresarios de Galicia, a la que llamó expresamente Antonio Dieter Moure Areán nada más salir elegido presidente de la patronal gallega el pasado viernes se hará de rogar. El ajustado resultado electoral, de 102 votos frente a los 92 alcanzados por su rival, José Manuel Pérez Canal, no ha hecho más que acrecentar la brecha interna con dos bandos bien diferenciados. Orense y Lugo frente a La Coruña y el grueso de las sectoriales, ante una confederación pontevedresa que insiste en que «estaremos del lado de la CEG», en palabras de su presidente Jorge Cebreiros.

Las acusaciones de posible fraude electoral por parte de Pérez Canal mantienen las aguas revueltas en la santiaguesa Rúa do Vilar tras la celebración de unos comicios que el presidente de la patronal orensana estudia impugnar.

Según dice, Dieter Moure se alzó con la victoria «con déficit democrático», ya que expone que el peso de las sectoriales, «manejadas» por su homólogo coruñés, suponen 70 votos frente a los 32 de Pontevedra y Lugo y los 30 de Orense, que según sus cálculos habrían ido a parar a su candidatura.

Por todo ello, ayer mismo solicitaba por escrito a la Secretaría General de la confederación explicaciones sobre el censo electoral en cuanto al número de vocales que le corresponden estatutariamente a las asociaciones sectoriales de carácter regional. En este sentido, defiende que en torno a una veintena de las que apoyaron al líder actual «no cumplen los estatutos», que en su artículo 7 estipulan que «deben tener representatividad en las cuatro confederaciones provinciales para ser asociadas a las CEG». Solo en caso de que se den circunstancias «manifiestas y especiales», sobre las que Pérez Canal pide ahora detalles, se permitiría su incorporación.

En el mismo documento, el presidente de la CEO hace referencia al artículo 13 que, en su apartado b, recoge que «cada organización sectorial tendrá un vocal o representante por cada una de las provincias en las que esté afiliada». Al respecto, señala que «tras observar el censo las hay con cuatro, pese a carecer de representación en la patronal orensana y desconociendo si la tienen en el resto de confederaciones». Es por ello que solicita «las oportunas aclaraciones a fin de verificar su autenticidad».

En declaraciones a ABC, Pérez Canal mantiene que tras los resultados está la mano de su homólogo coruñés, Antonio Fontenla, a quien acusa de «mantener sometida a la asociación». «El 80 por ciento de los votos de las sectoriales fueron a parar al señor Dieter porque están controladas por Fontenla», indica, para reprochar que el nuevo presidente de la CEG sea su «hombre de paja».

De su misma opinión es Jaime López, secretario general de la Confederación de Empresarios de Lugo, que se pronunciaba en estos términos el pasado viernes tras la celebración de las elecciones. No obstante, ayer en declaraciones a este diario declinaba manifestarse al respecto de los últimos acontecimientos. «Solo decir que vamos a estar muy pendientes de lo que pase desde el punto de vista jurídico».

«Un proceso limpio»

No opina igual el electo, que defiende no solo la limpieza del proceso (pese a que reconoce que algunos compromisarios llevaron hasta 30 votos delegados en las elecciones), sino que niega ser un «títere» de Fontenla. Respecto a los incumplimientos a los que alude Pérez Canal por parte de una veintena de confederaciones sectoriales asegura desconocer a qué se refiere y muestra su total disposición a revisar si existió algún tipo de irregularidad. Aún así, recuerda que «el censo electoral quien lo validó fue el comité y la junta directiva. Y ese censo electoral se respetó, creo yo».

Antonio Dieter Moure, profesor, director de un centro privado de formación profesional en Orense, señala que «quien les ha dado su capacidad de entrada en la confederación es la asamblea, el órgano de gobierno de mayor rango». Acentúa además que «se validaron los votos de los compromisarios», incluidos los de las sectoriales. «Lo que no puedes es validarlas si gano, y estar en contra si pierdo», afea a su rival en las urnas. «Hay que saber gestionar los triunfos tan bien como las derrotas. Creo que hay que bajar la tensión (...) A lo mejor en ese momento se pasó de frenada», señalaba este lunes al respecto.

Mano tendida

Pese a todo, el líder de la patronal gallega está dispuesto a pasar capítulo y para ello ha citado a Pérez Canal el jueves a las 10 en la sede de la confederación orensana con el objetivo, dijo, de «empezar a hablar y ver qué se puede hacer y cómo colaborar». Algo para lo que se muestra «en la mejor disposición». Tras una primera toma de contacto en la CEG, donde pasó ayer todo el día de reunión en reunión, Dieter Moure prefiere hacer oídos sordos a la importante representación del empresariado que enfoca sus críticas hacia Fontenla y seguir trabajando por la «unidad». «Yo creo que José Manuel está en la línea de colaboración, estoy convencido de que sí», destaca respecto a su mayor crítico.

Por su parte, desde Pontevedra Cebreiros recuerda que el problema está fuera de la organización y que toca «remar todos en la misma dirección y ponerse a trabajar cuanto antes».