Abogada, fugitiva, madre y narco

La historia de Tania Varela, capturada este lunes tras cinco años huida de la Justicia, es también la de los clanes de la droga gallegos, con todas sus intrigas, peligros y revanchas

La ficha de Varela, que durante un lustro evadió la acción de la Justicia ABC

P. ABET

Año tras año desde hace un lustro, el nombre de Tania Varela se colaba en la lista de los setenta fugitivos más buscados por la Europol. Era la única mujer y, también, una de las más escurridizas. Nacida en Cambados, uno de los v értices del triángulo de la droga en Galicia , el historial de esta madre de familia (fue detenida mientras paseaba a su hija) corre parejo al de grandes capos como los del clan de los Oubiña. Es más, Varela y David Pérez Lago (un hijastro del histórico narco) mantuvieron una relación sentimental que se fraguó cuando él dio el paso a traficar con cocaína y ella se convirtió en facilitadora de unas operaciones que llegaron a ponerla en contacto con narcotraficantes colombianos, con los que trataba personalmente.

Licenciada en Derecho, los conocimiento de Varela le fueron de mucha ayuda en el mundo de las drogas, en el que aterrizó inesperadamente y pronto medró hasta verse involucrada en un alijo de 1,7 toneladas de cocaína , con un valor en el mercado de 160 millones de euros. Fue esta operación la que la llevó a sentarse en el banquillo en 2011, hace ahora siete años. Un proceso del que salió condenada y durante el que conoció al que no tardaría en convertirse en su nueva pareja, el también letrado Alfonso Díaz Moñux . Su idilio acabó pronto y de manera abrupta, cuando él recibió un disparo mientras entraba con su coche al garaje. Ella iba al lado, pero salió indemne. Hubo quien vinculó esta muerte con el juicio por la macrooperación, pero entonces, Tania desapareció .

Condenada por la Audiencia Nacional a siete años de prisión por el alijo de coca, la cambadesa recurrió esta decisión ante el Tribunal Supremo, pero a principios de 2013 su recurso fue rechazado y ella optó por darse a la fuga para esquivar la cárcel. Su periplo durante los últimos cinco años la localiza en Portugal, en Sudamérica e incluso, según algunas fuentes, en un pueblo escadinavo en el que vive una de sus hermanas. Se llegó a decir que se había operado para no ser reconocida , pero lo cierto es que cuando los agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de la policía catalana la detuvieron, Tania se mostró nerviosa y un poco desconcertada. La cambadesa no portaba documentación alguna encima , así que dio un nombre falso, tratando de evitar un arresto que estaba más que planeado.

Un chivatazo los puso en la pista

Los efectivos de la DIC que se encargaron de la operación llevaban tiempo detrás de su pista gracias a un chivatazo que la puso en el ojo del huracán y del que Tania Varela no se percató hasta que ya fue tarde. Sobre la arousana pesaban tres requisitorias judiciales de búsqueda, captura e ingreso en prisión por delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y participación en organización criminal. Dos provienen de la Audiencia Nacional y una de un Juzgado de Cambados. Se espera que durante este martes sea llevada ante la instructora de Vilanova. Entre tanto, una persona del entorno de Varela se haga cargo de su hija, menor de edad y compañera inseparable durante su larga huida.

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