Juicio

La viuda de la CAM asesinada estuvo acompañada por su hermana hasta el último momento

María Antonia Martínez se marchó al ver al acusado saludarles de lejos y luego se arrepintió: «Es impulsivo y con un pronto malo»

María Antonia Martínez, hermana de la mujer asesinada en 2016, que la acompañó aquel día hasta el concesionario instantes antes de su muerte EFE

ABC

La viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala asesinada de dos tiros en la cabeza en 2016, María del Carmen Martínez, estuvo acompañada hasta el último momento , instantes antes de la hora estimada de los disparos, por su hermana María Antonia, según ha trascendido este jueves en su declaración en el juicio .

Visiblemente afectada por la emoción, ha explicado que el 9 de diciembre, sobre las 18.00 horas llevó a su hermana a recoger su vehículo a Novocar, el concesionario regentada por el yerno de la víctima. La testigo ha explicado que llegaron al taller 25 minutos más tarde. «Al ver a Miguel que nos estaba saludando desde lejos, me resultó tan desagradable que le dije a mi hermana: bájate del coche que yo me voy y opte por ir a la finca por no coincidir con él», ha relatado.

Posteriormente, se ha lamentado de aquella decisión dejarla sola , a la vista del trágico desenlace que le esperaba. Esta presencia tal vez inesperada de una hermana de la víctima con ella arroja aun más incógnitas sobre la hipótesis de un crimen premeditado y ejecutado ese día justamente por Miguel López, fácilmente identificable por ambas.

Tal vez por eso el jurado popular ha preguntado a María Antonia Martínez si le constaba que el acusado hubiera contratado a un sicario , a lo que ha contestado que no sabía lo que cada persona tenía en su mente. En cuanto a la pregunta de si creía que López quería asesinar a su hermana, la testigo ha afirmado igualmente no saber "las intenciones de cada uno", a lo que, a renglón seguido, ha añadido que la relación era " malísima " y que había comentarios incluso de que " hasta que la mamá no se muera no podemos tirar a Vicente (hijo) de la empresa ".

La hermana de la víctima, declarando en el juicio este jueves EFE

La hermana de la víctima ha precisado también, a preguntas de las partes, que Miguel López nunca les había atendido y "nunca" les había entregado ningún coche. También ha afirmado que el coche había sido robado del lavadero, en al menos una ocasión, antes del fallecimiento de expresidente de la CAM.

«Gran manipulador»

Esta testigo ha descrito al acusado como un hombre "impulsivo", "gran manipulador" y con un "pronto malo". Asimismo, ha dicho que sus tres sobrinas no aceptaban el testamento del padre, el expresidente de la CAM, Vicente Sala, que falleció en 2011.

Sobre esa cuestión, ha explicado que Vicente Sala (padre) dejó en manos primero de su mujer, y a su fallecimiento, de su primogénito, la " acción de oro " que les otorgaba el control de la empresa matriz del grupo empresarial familiar. A las tres hijas, la legítima.

Asimismo, María Antonia ha opinado que las cosas se torcieron cuando murió Vicente Sala, pero que fue en 2014 cuando se vallaron las casas y la relación fue "de mal a peor". Ha mantenido que lo único que pretendió su cuñado en el testamento es que fuera su primogénito, Vicente, quien dirigiera el holding ya que era el que "más experiencia tenía", ya que "había pasado toda su vida trabajando con su padre" y se hizo cargo de la gestión de las empresas cuando el progenitor fue nombrado presidente de la CAM, ha explicado a preguntas del fiscal.

Se grababan las juntas

Por su parte, en esta sesión también han declarado las cuñadas de Miguel López y hermanas de su mujer, Mar y María Antonia Sala (hijas de la víctima) que han negado que las manipulara y han confirmado que, a petición de sus abogados, adquirieron teléfonos de prepago para grabar las juntas de administración.

Además, han reconocido que, durante la junta de administración del 19 de septiembre en la que María del Carmen Martínez devolvió con la "opción de oro" los cargos a su hermano Vicente, mantuvieron continuamente contacto telefónico con su abogado, sin que hayan podido determinar, a preguntas de las partes, si el teléfono pertenecía a Miguel López o al propio abogado.

Mar y Tania Sala, hijas de la víctima

En esa misma junta, han declarado que ninguna de las dos vio a uno de los nietos hacerle a la abuela el gesto de que la iba a degollar, ni tampoco vieron el empujón que, presuntamente su otra hermana, Fani, mujer de López, dio a la tía. Eso sí, han reconocido que las tres ordenaron a sus hijos que enviaran un mensaje de WhatsApp a su abuela quejándose por la situación económica en la que se quedaban las hijas.

Han reconocido, además, a raíz de las preguntas de las partes, que todas leían cualquier cosa que se dejaba su hermano Vicente en el despacho, así como que, a requerimiento de sus abogados, la tres hermanas abrieron el armario de su madre y fotografiaron las joyas para documentarlo ante notario. En cuanto a las joyas, propiedad de la tía y que habían desaparecido, han asegurado que aparecieron en otro armario dentro de una caja, que a su vez estaba dentro de un casco de bicicleta.

No tanta tensión

Las hermanas han negado, asimismo, que hubiera habido tensión con su madre, aunque cuando se la cruzaban hablaban "poco" y en ocasiones tan solo se limitaban a un saludo.

Por su parte, María Antonia, emocionada y con lágrimas en los ojos, ha descrito que la relación familiar, antes de la muerte de la muerte de padre, era "muy buena".

Ha dicho que la destitución de Vicente Sala como presidente del Consejo de Administración de Samar Internacional fue una estrategia de los abogados y "por un periodo corto de tiempo". "Acudimos a los abogados porque tras el fallecimiento de mi padre hicimos un pacto de socios , que incluía mantener a mi hermano como director general y que todos tuviéramos el mismo poder de decisión", ha relatado y ha negado que Miguel López las manipulara.

Las hermanas han manifestado que se enteraron del fallecimiento de su madre a raíz de la llamada que Miguel López realizó a mujer Fani, diciéndole que a su madre le ha pasado algo y que estaba el SAMU en Novocar. Eso, pese a que, a López le avisaron de lo sucedido estando en su casa, donde las tres hermanas mantenían una reunión telefónica con su despacho de abogados.

Ambas han confirmado que Miguel estuvo unos minutos en la casa, hasta que recibió una llamada telefónica, que atendió en la cocina y salió por la puerta sin decirles nada .

En cuanto a la afición de Miguel López por las armas, que se ha destacado en varias ocasiones en este juicio, las hermanas han asegurado que todos en la familia son aficionados a las armas .

Por último, han indicado que no son acusación particular contra Miguel López porque el despacho de abogados que contrataron les comunicó que "no había pruebas suficientes". A la cónyuge e hijos del acusado se les ha aceptado la dispensa de la obligación de declarar.

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