Palmeros de oro

Lo bueno de los números es que no se discuten, se comprueban. Un axioma que vale para cualquier sector productivo, social o económico, para todos menos para la clase política. Llevo dos días escuchando valoraciones separadas por distancias siderales de las mismas cuentas, análisis partidistas con un final que por mucho juego de artificio que se ponga no ofrece negociación, las cuentas de Pedro Sánchez distan mucho de ser benévolas con la Comunidad valenciana y lo son por una razón muy simple, lo que el Gobierno de España destinará en inversiones no alcanza siquiera el peso poblacional de la Comunidad en los próximos Presupuestos Generales del Estado.

Entiendo que Ximo Puig defienda el fuerte en esta situación, como que el PPCV saque toda la artillería y se afile los colmillos, lo que vuelve a descuadrar es el papel público de Compromís. El primer estilete en salir a la palestra fue el el alcalde de Valencia, Joan Ribó . Tiene razón en quejarse por la falta de fondos para el túnel pasante, canal de acceso o cercanías. En esta última partida para Valencia apenas llegarán 60 millones por los más de 1.000 en Madrid o Barcelona. Un servicio que funciona en estos últimos años entre muy mal y catastrófico.

Sin embargo, en lo que nadie parece reparar es que Compromís es uno de los partidos que con su apoyo en el congreso sustenta al Gobierno de España. Oficialmente para defender los intereses de los valencianos. cosa que según la coalición ellos hacen muy bien y los partidos nacionales no tanto. En la práctica ni con Mariano Rajoy de presidente y con cuatro diputados Compromís ni ahora con Joan Baldoví apoyando a Sánchez su presencia en la cámara baja se distingue por nada. A estas alturas del partido ni financiación ni más inversiones lo que sería en minuto y resultado, Sánchez 2 – Compromís 0. Eso si, manifestaciones y protestas ni una y retirarle el apoyo menos, que para eso aún no nos atrevemos...