El presidente de la FVMP no aplica en su ciudad la obligatoriedad del valenciano que aprobó en junio

El presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Rubén Alfaro, tiene claro que no va aplicar la propuesta que firmó en junio para eliminar la exoneración de aprender valenciano a los funcionarios en las poblaciones castellanohablantes. Así lo ha manifestado en varios medios informativos locales de Elda, donde es alcalde.

A raíz de la polémica suscitada porque el portavoz de Compromís y último cabeza de lista de este partido en la vecina Monóvar, Sergi Alonso, amagó con denunciar a un funcionario por pedirle hablar en castellano, el socialista Alfaro se ha visto entre la espada y la pared, y ha optado por convertir en papel mojado el documento de su directiva al frente de la FVMP.

Primero en un debate televisivo en Tele Elda y después en el periódico Valle de Elda, el alcalde ha asegurado que ni siquiera tiene intención de elevar al Pleno de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias esta moción, que ha definido como «opcional».

Es más, incluso ha explicado que aceptó en junio esta propuesta porque se lo habían pedido los alcaldes de municipios valencianohablantes, a pesar de que la citada exención de la enseñanza en esta lengua no se aplica en esas poblaciones.

Entre los aspectos más controvertidos del documento de la federación suscrito por Alfaro está que se exigirá el conocimiento del valenciano a empleados municipales castellanohablantes como jardineros, enterradores, electricistas, fontaneros y otros oficios, no solo al personal que tiene encomendadas tareas administrativas o de atención al público.

El alcalde eldense se ha visto también forzado a posicionarse tras la presentación de una moción por parte del Partido Popular, en la que le insta a defender la libertad lingüística en la ciudad.