Imagen de la entrada a Manuel (Valencia), el pueblo en el que supuestamente murió Marta Calvo EFE

T.J.

Hace dos meses, Marta Calvo enviaba a su madre por Whatsapp su ubicación. Las coordenadas del teléfono móvil situaban a la joven en Manuel, un pequeño pueblo de la provincia de Valencia donde, desde ese 7 de noviembre, nada ha sido igual.

La chica de 25 años, natural de Estivella, acudió a la cita que había concertado con Jorge Palma , el colombiano de 38 años que un mes después se entregó ante la Guardia Civil y reconoció haber descuartizado el cuerpo de Marta para después arrojarlo en varios contenedores, pero no haberla matado.

Lo que ocurrió aquella noche todavía guarda incógnitas que los investigadores no han podido resolver. Dos días después de la desaparición, la madre de Marta se personó en la localidad de apenas 2.500 habitantes y preguntó al presunto homicida por el paradero de su hija. Palma abrió la puerta de la vivienda y le contestó que no conocía a la joven. En ese momento, su progenitora interpuso la denuncia ante las autoridades.

Según la propia Guardia Civil, hasta varios días más tarde no se inició la búsqued a de Marta. Un posible retraso en las actuaciones que podría obeceder a una mala coordinación entre las fuerzas de seguridad, aunque este extremo no ha podido ser confirmado. Según EFE, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, ha convocado desde el momento en que comenzó la investigación tres reuniones con mandos de Policía y Guardia Civil «para mejorar la coordinación, aunque no ha abierto ningún expediente disciplinario».

Imagen de la casa alquilada por Jorge Palma, en la que supuestamente descuartizó a Marta Calvo EFE

Un mes para preparar su defensa

En ese misma casa alquilada en Manuel, donde supuestamente el descuartizador confeso troceó el cuerpo en el plato de ducha, se esperaba encontrar vestigios que incriminaran al detenido , pero no fue así. Tras ser comparados con el ADN de la madre de Marta, no se ha podido confirmar que los restos orgánicos hallados en el baño de la vivienda pertenecieran a la desaparecida. Eso sí, Palma detalló que para descuartizar a la víctima se desnudó por completo para no dejar huellas y después limpió la casa porque iba a visitarlo su madre, a la que no contó nada, por su cumpleaños. Tuvo un mes entero para preparar su defensa.

La Guardia Civil ha rastreado la posición del sospechoso en cada momento, a través de la geolocalización de su móvil, para reconstruir los hechos. Además, las autoridades custodian las grabaciones de varias cámaras de seguridad en la que se ve a Palma comprando sierras y ácido en tiendas de la zona.

Según su relato en sede judicial, la joven murió tras una noche de sexo y cocaína. Una práctica sexual denominada «fiesta blanca» que consiste en la introducción de droga en los genitales . De hecho, el detenido -en prisión sin fianza- podrían estar implicado en hasta cinco casos similares , tras la denuncia de tres mujeres y la reapertura judicial de otros dos casos cerrados relacionados con la muerte de prostitutas por consumo de estupefacientes en Valencia. A pesar de ello, las autoridades descartan que pueda hablarse de un asesino en serie .

Mientras el tiempo corre y la investigación no avanza como gustaría a los implicados, continúa la búsqueda del cuerpo de Marta en el vertedero de Dos Aguas . Allí siguen inspeccionando los residuos procedentes de Manuel y las poblaciones de la zona para encontrar cualquier pista que pudiera ayudar a cerrar un caso que ha conmocionado a toda la sociedad valenciana.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación