El fiscal del crimen de la viuda de la CAM pide retirar como acusación a las hijas por defender al sospechoso

El fiscal del caso del asesinato de la viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, María del Carmen Martínez, ha pedido que se retire la acusación particular de las hijas de la víctima por estar defendiendo al único sospechoso, un yerno, que sigue en prisión preventiva como presunto autor de la muerte.

Ya el día de la detención de Miguel López, el pasado 8 de febrero, el abogado de esta acusación particular -la otra la ejerce por separado el hijo de la mujer asesinada, Vicente J. Sala- renunció para ocuparse de la defensa del único arrestado, por lo que las hijas designaron otro letrado.

Este viernes han prestado declaración ocho testigos para arrojar luz sobre las circunstancias que rodearon este suceso, el pasado 9 de diciembre.

La primera ha sido hacia las 9.45 horas Antonia Martínez, hermana de la víctima, que ha abandonado los juzgados de Benalúa con lágrimas en los ojos y visiblemente afectada tras rememorar aquel día, tras una hora de testificar. No ha hecho comentarios a los medios de comunicación.

Fue la persona que acompañaba a la difunta para recoger su coche y ha contradicho la versión del yerno y acusado del cirmen, que aseguró haber entregado las llaves a su suegra en mano, uno de los detalles investigados.

También han acudido a la cita en el juzgado de Instrucción 7 de Alicante, ante el magistrado José Luis de la Fuente, cinco empleados del concesionario de coches donde se produjo el crimen (Novocar), que se encontraban en las instalaciones.

Entre ellos, el encargado del lavadero donde estaba aparcado el Porche Cayenne de María del Carmen Martínez, el lugar en el que recibió los dos disparos mortales.

Igualmente, han estado presentes para declarar en la sala de vistas una de las hijas de la difunta, María del Mar Sala, así como el único hijo varón, Vicente Jesús Sala, quien

ha respondido a las preguntas durante una hora y media, aproximadamente, en torno a sus manifestaciones anteriores en comisaría, donde había asegurado sentirse perjudicado por la muerte de su madre en el plano empresarial porque le hacía perder el control de las sociedades familiares en detrimento de sus hermanas.

Hasta el momento todos los comparecientes han declinado contestar a las preguntas de los periodistas que siguen la jornada en la sede judicial.

Interrogatorios previos

Uno de los trabajadores del concesionario, que solía encargarse del lavadero donde se produjo el crimen, declaró en su momento a la Policía que su jefe, Miguel López, le había encomendado ese día el traslado de unos muebles y le había dicho que se fuera a casa sin volver al concesionario cuando terminara el trabajo.

Otro empleado, que hacía las veces de jefe de taller, explicó a los agentes que había telefoneado a López para avisarle de que su suegra había sido tiroteada cinco minutos antes de las 19 horas.

Estas manifestaciones contradicen también la versión dada por el yerno arrestado ya que sostuvo que su empleado solo le alertó de que a su suegra le había pasado algo y estaba ensangrentada, pero no que hubiera casquillos de bala en el suelo.

El juez De la Fuente también ha tomado declaración este viernes a otros tres empleados, una secretaria y dos operarios destinados a la zona de ventas y recambios del concesionario.

La primera de ellas explicó en sus declaraciones policiales que López le había pedido que llamara a su suegra y la citara a última hora de la tarde para recoger el todoterreno Porsche Cayenne que había dejado unos días antes para reparar, donde recibió los tiros.

El magistrado ha citado para los próximos días 3 y 6 de marzo a otros testigos, incluidas las dos hijas que no han comparecido ahora, María Antonia y la mujer del presunto homicida, Eva Fuensanta, y ha ordenado una inspección ocular en el escenario del crimen el día 7.