Sucesos

Desmantelan una secta destructiva que abusaba de menores en una masía de Castellón

La Policía detiene a nueve personas, entre ellas el líder del grupo, en la localidad de Vistabella del Maestrazgo

Imagen aérea de la masía La Chaparra en Vistabella del Maestrazgo (Castellón) GOOGLE MAPS

T.J.

La Policía Nacional desmanteló el pasado martes una secta en una masía de la localidad castellonense de Vistabella del Maestrazgo. En la operación los agentes detuvieron a nueve personas, cinco mujeres y cuatro hombres, entre los que se encuentra el cabecilla del grupo, de 64 años, que es autor de libros de autoayuda llenos de experiencias espirituales.

Según han informado fuentes policiales a ABC, la investigación –que se inició hace un año tras una denuncia ciudadana– está bajo secreto de sumario. Los responsables están acusados de abusar y agredir sexualmente de los adeptos de la secta, tanto adultos como menores.

De momento se ha localizado a doce víctimas, aunque esta cifra podría elevarse en las próximas horas. Según ha avanzado este jueves ‘El Periódico Mediterráneo’, la trama habría operado durante años, mientras sus líderes amasaban un cuantioso patrimonio y cometían una serie de aberraciones.

A la espera de que los nueve arrestados pasen a disposición judicial, los agentes analizan dispositivos con grabaciones y documentación que se encontraron durante el registro tanto de la masía como de una casa en Castellón propiedad del líder. Además, también se hallaron cámaras de vídeo y de fotografía, por lo que los investigadores creen que la organización filmaba las tropelías que cometía aprovechando su estructura jerárquica, algo que ayudará a identificar a otras posibles víctimas.

En ‘La Chaparra’, tal y como se denomina al grupo de viviendas de la población aislado y situado a cinco kilómetros de Vistabella, vivían varias familias con menores. El complejo tiene piscina y huerto, donde el grupo cultivaba sus alimentos.

La noticia, que pese al gran despliegue policial no ha trascendido hasta este jueves, causó un gran impacto entre los vecinos de este municipio de poco más de 300 habitantes , que no imaginaban que en ese espacio se estaban produciendo actividades ilícitas, pese a que la relación con los integrantes de la secta era prácticamente nula.

«Estamos en shock», señaló el alcalde, Jordi Alcon, que explicó que «la gente que vivía allí formaba parte como de una comunidad y eran alternativos, pero nunca han ocasionado ningún problema y tampoco había grandes movimientos de coches ni ninguna situación que nos hiciera sospechar».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación