Cuánto cuestan las casas de la urbanización de Alicante que encandiló a Putin y a las grandes fortunas de Rusia
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Así es Altea Hills: la urbanización de lujo en Alicante que atrajo a Putin y a grandes fortunas de Rusia
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Lujos, discreción y máxima seguridad: las tres máximas indiscutibles que han conseguido elevar a la urbanización Altea Hills , ubicada en Alicante , al primer puesto de los destinos vacacionales preferidos por las grandes fortunas llegadas desde Rusia, incluido el mismísimo presidente Vladímir Putin . Un oasis de tranquilidad y una fortaleza inquebrantable con precios desorbitados salvo para el uno por ciento de la población mundial.
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El municipio alicantino de Altea cuenta con cerca de 700 rusos empadronados de manera permanente, cifra que asciende hasta los 25.000 compatriotas en el resto de la provincia bañada por la Costa Blanca. Las montañas de la Sierra de Bernia y el garzo Mar Mediterráneo rodean la lujosa urbanización que encandiló a centenares de millonarios llegados desde el Este de Europa, que cuenta con vigilancia 24/7 , un circuito cerrado de cámaras y un sistema que controlan en todo momento los vehículos y las personas que entran y salen del complejo.
Desde Altea Hills estiman que uno de cada cuatro propietarios son de procedencia rusa , motivados por la eficaz seguridad del recinto, en el que nunca se ha producido un robo en algunas de sus espectaculares viviendas. Además, en su entorno más cercano cuenta con diferentes servicios y actividades de ocio como el Club de Golf Don Cayo y el puerto deportivo Luis Campomanes, donde es habitual ver lujosas embarcaciones como yates valorados en millones de euros.
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Aunque se pueden encontrar algunos apartamentos valorados en menos de 200.000 euros en los aledaños de la urbanización, el corazón de Altea Hills nada tiene que ver con el resto de los complejos que se disponen a lo largo de la costa alicantina. Ferraris, Bugattis, Bentley o Rolls-Royce son algunos de los vehículos de alta gama que recorren la zona más selecta y distinguida.
Aquí, el precio de las viviendas asciende de manera significativa hasta llegar a un valor medio entre dos y tres millones de euros , o lo que es lo mismo, unos 4.000 o 5.000 euros el metro cuadrado. Jardines imperiales, vistas a la bahía, incontables dormitorios, garajes para varios coches, materiales de primera calidad y acabados que nada tienen que envidiar al Algarve portugués, a la isla italiana de Cerdeña o a la urbanización Terre Blanche a pocos minutos de Cannes (Francia).
Dentro de la ostentosa Altea Hills, hay un espacio reservado para la máxima élite soviética . Villas con toda clase de lujos, facilidades y servicios que exhiben un valor por encima de los siete millones de euros , por las que pugnan todas las inmobiliarias que ofertan viviendas en dicha zona residencial de Alicante.
Una de ellas, según publican los principales portales de compraventa de viviendas de España, está situada por el reconocido arquitecto Carlos Giraldi . Este chalé, de 7,5 millones de euros, está construido con materiales de alta calidad de la marca italiana Fendi y utiliza la tecnología más moderna del mercado como los electrodomésticos de Gaggenau. Presenta un sistema de control climático con aire acondicionado central y calefacción por suelo radiante de bajo consumo, así como aislamiento acústico y térmico y ascensor dentro de la casa.
Una imponente y majestuosa parcela de 3.000 metros cuadrados con varias zonas de descanso, pista de tenis, dos piscinas de agua salada y un spa con dos saunas, baño turco, una sala de peluquería, un gimnasio y hasta un cine . La casa cuenta con siete dormitorios, diez baños, varios vestidores, una biblioteca, un apartamento independiente para invitados y un garaje para al menos diez coches.
Para los vecinos más religiosos, dentro de Altea Hills se encuentra la iglesia ortodoxa rusa más grande de España, en honor al Arcángel Miguel . Una edificación construida a base de materiales y mano de obra llegada de los Urales, que toma de referencia el santuario de Arkhangelsk del siglo XVII, con forma de cruz, cinco cúpulas y un campanario octogonal.
Además, por todo el complejo se pueden encontrar carteles publicitarios en alfabeto cirílico , que demuestran el idilio de la zona con la población rusa, aupada desde la caída del Telón de Acero cuando Alicante y la Costa Blanca se convirtieron en el refugio vacacional de lujo para turistas llegados de diferentes puntos de Europa.
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