Panorámica de la localidad alicantina de Altea JUAN CARLOS SOLER

David Maroto

Si Benidorm es el paraíso de los ingleses, Altea representa el edén de los turistas rusos. El encanto de la Costa Blanca bañada por el Mar Mediterráneo levanta pasiones entre los visitantes llegados del Este de Europa, incluido el presidente Vladímir Putin . El máximo mandatario, que tiene en vilo a todo el planeta tras invadir Ucrania, ha disfrutado en varias ocasiones de unas vacaciones de ensueño frente a la Sierra de Bernia en un complejo de máxima seguridad como es Altea Hills .

Esta urbanización de lujo, poblada principalmente de grandes fortunas procedentes de Rusia, se ha convertido en uno de los lugares preferidos por Putin para realizar sus retiros vacacionales y espirituales durante los últimos años.

[Las matemáticas señalan una coincidencia entre la I y la II Guerra Mundial y la invasión de Ucrania]

Visitas que han corroborado diferentes agentes inmobiliarios y trabajadores del recinto, que destaca por ofrecer paz, lujo y desconexión a partes iguales. No obstante, no hay constancia gráfica ni confirmación oficial por parte del gobierno ruso ni de la empresa inmobiliaria de sus estancias en Alicante , más allá de estas declaraciones.

De acuerdo con las últimas cifras ofrecidas por la Casa de Rusia, en Alicante residen aproximadamente unos 25.000 ciudadanos rusos de manera permanente, de los que cerca de 700 lo hacen en la localidad costera de Altea. Prueba demográfica inequívoca del idilio histórico entre la comunidad de este país con las zonas costeras de la Comunidad Valenciana.

De ellos, los más pudientes disfrutan de las montañas de la Marina Baixa desde Altea Hills, una fortaleza inexpugnable con seguridad las veinticuatro horas del día, un sistema de control de matrículas y un circuito de cámaras que velan por la intimidad y la tranquilidad de sus vecinos. «Un refugio único en la Costa Blanca desde el que se respira aire puro y aromas de naturaleza, donde se contempla una intensa gama de colores y la más bella panorámica de la bahía», apuntan desde el complejo.

En sus villas se consolida un concepto avanzado de calidad urbanística, con viviendas inspiradas en diseños arquitectónicos de estilo mediterráneo en el que confluyen estética, funcionalidad y seguridad . Detallados acabados interiores y exteriores, zonas comunes completamente equipadas y los mejores materiales de construcción son algunas de las señas de identidad de la urbanización que atrajo a Vladímir Putin y a otras grandes fortunas rusas.

La playa de Cap Blanch, situada entre el Club Náutico Altea y la playa del Albir JUAN CARLOS SOLER

Situado en un lugar estratégico entre playa y montaña , en sus inmediaciones se puede disfrutar de diferentes actividades lúdicas en el exclusivo Club de Golf Don Cayo y el prestigioso Club Náutico Marina Greenwich, así como pistas de tenis y un reconocido spa center visitado por famosos y deportistas «de primer orden mundial», según advierten desde Altea Hills.

Viviendas de hasta 7,5 millones de euros

En esta ubicación encontrar una vivienda por debajo de los dos millones de euros se antoja prácticamente imposible. Según los principales portales de compraventa de inmuebles, el valor de las casas más lujosas llega hasta 7,5 millones de euros , un precio prohibitivo para el 99% de la población mundial.

Así, la llegada de visitantes procedentes de Europa del Este desde la caída del Telón de Acero a principios de los años 90 animó la construcción de viviendas turísticas en la costa de Altea. Pero no solo de apartamentos y chalés, sino de hasta templos religiosos. Tanto es así que en esta localidad alicantina se encuentra la primera iglesia ortodoxa rusa de España , concretamente dentro de Altea Hills. Una edificación prodigiosa a base de materiales y mano de obra procedente de los Urales, que se puede apreciar desde la carretera que transita este municipio.

La iglesia Arcángel Miguel basa su fe en Cristo Salvador y bajo sus bóvedas descansan decenas de personas que compartían esta espiritualidad. Fue en 1996 cuando Mikhail Bocko compró el terreno sobre el que se levanta el templo, para el que tuvo un papel fundamental el músico Mstislav Rostropovich.

Tomaron como referencia el santuario de madera de Arkhangelsk del siglo XVII, con cinco cúpulas, un campanario octogonal y forma de cruz. En 2007 se realizó la gran consagración por parte del Patriarca Kirill de Moscú, a la que acudieron ortodoxos de toda España, así como autoridades del Kremlin .

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