El aforamiento de Barberá como senadora ha evitado su investigación

Los investigadores tienen en su punto de mira a Rita Barberá desde antes de que el pasado martes se practicaran las veinticuatro detenciones de la primera fase de la operación Taula. Conforme informó ABC el pasado miércoles, la Unidad del Crimen Organizado (UCO) de la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción creen que existen suficientes indicios que implican a la exalcaldesa en la trama corrupta que investiga el juzgado de instrucción número dieciocho de Valencia. En concreto, consideran que la actual senadora del PP tenía constancia de los donativos aportados por concejales y cargos de su partido para la última campaña electoral, que fueron retornados con dinero procedente de la «contabilidad B» de la agrupación municipal, con el objeto de blanquear capital procedente del cobro de comisiones.

De acuerdo con las mismas fuentes, la condición de aforada de Barberá ha evitado su imputación, que podría llegar aunque se mantenga en la Cámara Alta, pero se demorará. Si el magistrado Víctor Carrasco, que dirige el juzgado que instruye el caso, decide que debe ser imputada, deberá enviar una exposición razonada de motivos al Tribunal Supremo, competente para investigar a los aforados. En situación similares, el Alto Tribunal ha reclamado a los intructores que «depuren cuantas diligencias sean necesarias para completar la investigación». Una circunstancia que se antoja lejana todavía en la operación Taula, que se halla en una fase incipiente.

Mensaje de Génova

Sobre la situación de Barberá, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maíllo, remitió este lunes a la senadora, con la que dijo que Génova mantiene contacto permanente: «Ella es quien tiene que dar las explicaciones correspondientes». Los populares esperan que lo haga «en breve».