La Generalitat se traga la amenazas de la CUP para salvaguardar el «proceso» soberanista

El gobierno de la Generalitat tragará con lo que haga falta para salvar el "proceso soberanista". En plena crisis de confianza entre Junts pel Sí y la CUP, el ejecutivo presidido por Carles Puigdemont ha señalado este mediodía que el acuerdo parlamentario que mantienen las fuerzas independentistas queda al margen de la difícil etapa por la que atraviesan entre ellos.

La colaboración de los Mossos d'Esquadra en la detención de tres de los cinco cargos de la CUP imputados por la quema de retratos del Rey Felipe V ha disparado de nuevo la tensión, hasta el punto de que esta mañana han aparecido pintadas con amenazas de muerte contra el consejero de Interior, Jordi Jané, y la coordinadora del Partit Demòcarta Europeu Català (PDECat), atribuidas al entorno de la CUP.

Pese a ello, este mediodía, la portavoz de la Generalitat, Neus Munté, ha asegurado que "nada de esto se puede relacionar" con el acuerdo de estabilidad al que se comprometió la CUP a cambio de sacar adelante el referéndum de independencia. Pese a ello, el malestar del ejecutivo catalán es creciente con la radicalización de la CUP y sus ataques a los Mossos d'Esquadra.

"Los Mossos actúan como policía judicial, y cuando reciben la orden de un juez tienen que acatarla. No hay margen de maniobra, y menos desde el punto de vista político", ha señalado Munté.

En este contexto, Munté ha recordado que la próxima semana comienza en el Parlamento catalán la tramitación de los Presupuestos, ante los que la CUP ha comprometido su abstención para evitar su bloqueo. "Hay una mayoría sólida y real" en el Parlament, ha asegurado Munté, que no ha querido anticipar qué haría su gobierno en caso de que la CUP exija la dimisión del consejero Jané para permitir en última instancia la aprobación de las cuentas.