Forcadell y Bassa reingresan en prisión tras la orden del Supremo de retirarles el régimen de semilibertad
Las dos condenadas por sedición disfrutaban cautelarmente, a diferencia de sus compañeros del «procés», de la aplicación del tercer grado
Carme Forcadell y Dolors Bassa han reingresado en prisión unos minutos antes de las 21.00 horas de este viernes, cumpliendo así la decisión del Tribunal Supremo de retirarles a ellas y al resto de los condenados por sedición el régimen de semilibertad (tercer grado) que gozaban por autorización de la Generalitat de Cataluña.
La exconsejera ha ingresado sobre las 20.30 horas en la prisión de Puig de les Basses, en Figueras (Gerona), a la que ha llegado acompañada de la consejera de Agricultura de la Generalitat, Teresa Jordà, y la diputada de ERC en el Congreso y su hermana, Montse Bassa.
A su llegada a la cárcel, Bassa ha afirmado: «Hagan lo que hagan no nos rendiremos y seguiremos adelante y, digan lo que digan, el diálogo y la negociación estará siempre». Y ha dicho que siente «rabia, impotencia e indignidad», pero que seguirán adelante, y ha dado las gracias a los manifestantes que estaban a las puertas de la cárcel, que le han respondido a gritos de «libertad, libertad».
«Persistiremos»
Por su parte, Forcadell ha ingresado en la prisión de Wad-Ras (Barcelona) alrededor de las 20.50 horas , acompañada de sus familiares y del presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), así como de otros dirigentes de ERC, como el presidente del Parlamento autonómico, Roger Torrent.
Antes de entrar en prisión, Forcadell ha agradecido que los independentistas siempre la hayan apoyado: «Nunca os agradeceremos suficientemente todo el apoyo. Sabemos que nos queréis y sobre todo sabemos que persistiréis y persistiremos«.
De los presos del «procés», únicamente Forcadell y Bassa mantenían hasta ahora su tercer grado -por el que únicamente iban a dormir a la cárcel de lunes a jueves-, ya que su juzgado de vigilancia penitenciaria no lo suspendió cautelarmente a la espera de que el Supremo se pronunciara sobre los recursos, a diferencia de lo que ocurría con los presos de Lledoners (Barcelona), a los que sí se dejó sin efecto su semilibertad a finales de julio pasado.
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