Más de 6.200 menas han llegado a Cataluña en los últimos dos años

El incremento en la llegada de menores inmigrantes ha generado desbordamiento en los centros de acogida y ha derivado en problemas de convivencia en varias localidades catalanas

Imagen de jnmigrantes a su llegada a las costas españolas EFE

Abc

Un total de 6.261 niños y jóvenes inmigrantes no acompañados , conocidos como menas, han llegado a Cataluña entre enero de 2017 y junio de 2019, una cifra que ha desbordado la capacidad de acogida y ha derivado en incidentes y tensiones en varias de las localidades donde han sido alojados.

Según datos de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat, a 30 de junio de este año se contaba 4.203 menores sin referentes familiares en el sistema de protección de la comunidad autónoma, lo que representa un 42% del total de niños y adolescentes tutelados por la administración catalana (9.700).

Las llegadas de los menas empezó a incrementarse a partir de julio de 2017, cuando las llegadas superaron el centenar por mes y se situaron en un máximo de 226 en noviembre de aquel año. La tendencia de llegadas continuó al alza durante todo 2018. En junio y julio del año pasado, fueron 769 los menas que llegaron solos a Cataluña. Solo en septiembre se alcanzaron los 629, y a fin de año se alcanzaba la cifra récord de 3.697 menas .

Este fenómeno ha empezado a disminuir en lo que llevamos de 2019. Fueron 238 niños y jóvenes los que llegaron en enero; 199 en febrero y marzo; 146 en abril; 164 en mayo y 183 en junio, según informa Efe.

Desbordados

La falta de una gestión pública estratégica ante esta oleada de menas ha generado situaciones de desbordamiento y mucho desconcierto . Muchos menores han acabado durmiendo en las comisarías de los Mossos d'Esquadra e incluso en dependencias judiciales mientras eran identificados. La denuncia de este problema ha empujado a las administraciones catalanas a diseñar una atención más cuidada, que ha contado con los ayuntamientos para solventar esta crisis , en una primera reunión conjunta que se celebró en julio.

La llegada masiva de estos menores no solo ha precisado de la dedicación de los responsables del gobierno catalán; también del trabajo de entidades que atienden a menores en el ocio, las cuales han puesto a disposición del Govern casas de colonias , así como de la entrega de varias ONG e incluso de la atención de Cruz Roja.

En este sentido, el Govern ha optado por atender a los niños y jóvenes recién llegados en un único edificio provisional hasta que esté listo el definitivo a finales de este año, situado en la sierra de Collserola y cedido por el ayuntamiento de Barcelona. En este centro provisional, alejado del centro de Barcelona, los Mossos identificarán a los menores, sin que deban pasar por comisarías. Además, en él se podrán lavar , descansar , llamar a sus familias y esperar no más de 24 horas a que la Generalitat les encuentre una plaza en un centro de Cataluña, donde estarán tutelados por la administración hasta que cumplan los 18 años.

Apoyo de la Generalitat

Además, a mediados de julio se anunció un plan de apoyo de 14,5 millones de euros a los municipios que acogen centros para menas, después de una reunión entre setenta alcaldes y concejales y el consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Chakir El Homrani. Los objetivos de este plan son ofrecer apoyo a los ayuntamientos y consejos comarcales para mejorar la acogida y la inclusión en el territorio, así como impulsar la emancipación de los jóvenes mayores de edad en situación de vulnerabilidad, con el foco puesto en la inserción laboral .

Para conseguir este doble objetivo, la Generalitat financiará la contratación inicial de 110 dinamizadores cívicos para los municipios que fomenten la convivencia entre los centros de menores y su comunidad. Con esta inversión se espera apaciguar el malestar en municipios como Rubí, donde los vecinos rechazan que se ubiquen a unos 50 menores en un hotel, o Castelldefels, donde se produjo en marzo de este año un ataque contra los menas y los profesionales que los atienden en un centro.

Problemas de convivencia

El pasado 1 de julio, la policía local de Canet de Mar (Barcelona) detuvo a dos menas acusados de cometer una agresión sexual a una joven mayor de edad y grabarlo, suceso que provocó protestas ante el centro de menores. Las protestas, al mismo tiempo, generaron la respuesta de SOS Racismo, que tildó la convocatoria de «racista y xenófobo» .

Fue también en la misma localidad barceloní donde un hombre entró el pasado 26 de febrero en un centro de menores con un machete , y donde surgieron escraches de vecinos contra los jóvenes inmigrantes tras asociarlos con un aumento de robos e inseguridad .

A principios de julio, el centro que acoge a menas en El Masnou (Barcelona) sufrió un intento de asalto organizado por grupos de extrema derecha, según ha denunciado la Generalitat. El incidente derivó en varios menores heridos leves y en la detención de seis personas .

Los problemas de convivencia se quieren atajar con más profesionales que atiendan a los menores, aunque en las últimas semanas algunos educadores han rechazado trabajar en determinados centros de acogida, según ha dicho públicamente Lluís Vila, vicepresidente del Colegio de Educadores Sociales de Cataluña.

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