Un Liceu de todos y para todos

El Liceu en mucho más que opera y divos. El vértice social y territorial del Gran Teatre barcelonés, incluye diez áreas de actuación: accesibilidad, territorio, difusión musical, pedagogía, inclusión sociolaboral, implicación con el barrio, proyecto «Apropa Cultura», creación de nuevos públicos, política de precios sociales y compromiso medioambiental.

Sí, todo esto también es el Liceu. Su Proyecto Social, uno de los tres pilares de su Plan Estratégico y de Viabilidad 2014-2017, junto con los de calidad artística y sostenibilidad económica, se presentó ante la presencia del conseller de Cultura, Santi Vila; la consellera de Traball, Dolors Bassa; la presidenta de la Diputació de Barcelona, Mercè Conesa; el Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón; y Jaume Collboni, primer teniente de Alcalde del Ayuntamiento.

La idea es «promover y ejecutar todas aquellas iniciativas que reviertan en el fomento y en la potenciación de la cultura operística», según apuntó el director general del Liceu, Roger Guasch.

El acto arrancó con varios testimonios de personas que han vivido diversas experiencias en el ámbito del Liceu social. Orgulloso por el trabajo hecho, Guasch afirmó que se ha reestructurado y replanteado «todo el proyecto social, uno de los objetivos que teníamos en el Plan Estratégico, asociándonos a la frase “El Liceu o es social o no será”».

Aunque muchas de las iniciativas que conforman este gran proyecto hace años que funcionan con éxito -como el Petit Liceu, con más de 1.572 funciones desde 1999 llegando a más de 1,2 millones de espectadores, o las políticas medioambientales y de inclusión social-, en los últimos meses se han acabado de consolidar aquellas que llevan menos tiempo puestas en práctica.

«Devolver a la sociedad»

Enfocado desde un plano social inclusivo, se adscriben al plan todos los departamentos del teatro con el objetivo de «devolver a la sociedad, lo que la sociedad le da», en palabras del director del coliseo. La iniciativa ha hecho del Liceu un teatro accesible para todos y un referente a nivel mundial en iniciativas medioambientales. En el ámbito divulgativo se han organizado conferencias en más de 30 poblaciones que han facilitado la asistencia de 1.820 persones a un espectáculo liceísta, mientras que el «Liceu a la Fresca» hizo posible que 42.000 personas desde más de 120 ciudades de Cataluña pudieran disfrutar de «La Bohème» de forma gratuita.

En cuanto al apoyo a colectivos en riesgo de exclusión o en posición de desigualdad social o laboral, el Teatro dispone de un 7 por cien de sus acomodadores con discapacidad intelectual, así como jornadas y funciones especiales para niños con Trastorno del Espectro Autista. En cuanto al entorno del Liceu, a su barrio, se trabaja y se colabora en diversas iniciativas del Raval y de Ciutat Vella apoyando a entidades que velan por la inclusión social en uno de los distritos más degradados de la ciudad. Incluso se está planteando llevar ópera a las prisiones, ya sea con un grupo de cantantes o en pantallas para retransmitir espectáculos. Con la idea de llegar a las nuevas generaciones, el Liceu ha abierto sus puertas a diversos festivales, como el ciclo «Músiques Sensibles», el Suite Festival o la programación del nuevo proyecto artístico del Liceu, «Foyer XXI», que se presentará a partir de febrero «centrado en la producción contemporánea», según anunció Guasch.

A todo ello se suma una política de precios en las entradas «adaptada a la realidad social actual» con descuentos para jóvenes, estudiantes, escuelas, parados, familias, jubilados y personas con discapacidad, sin olvidar los abonos populares de iniciación a la ópera.