Colau cambia el belén de Sant Jaume por un «paisaje navideño»

El Ayuntamiento opta por extender el pesebre para fomentar el paseo por el centro

Imagen virtual de cómo será el belén ABC

A. Cabeza

Al final no será, como se podía intuir, un belén esparcido por toda la plaza Sant Jaume, sino «paisaje navideño» que se extenderá desde Via Laietana hasta La Rambla a través del eje formado por las calles Jaume I y Ferran, con figuras luminosas en los balcones y fachadas, y pesebres de diferentes estilos artísticos en los bajos de comercios y entidades. Un derroche de espíritu festivo que implicará reutilizar 25 figuras del pesebre que ya se pudo ver en 2017, estrenar otras 26 de nueva creación y habilitar una veintena de bajos de comercios y entidades para mostrar otras tantas versiones de pesebres. Se trata, según apuntó el teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, de ofrecer a los barceloneses un «paseo por el centro que tiene que animar a la ciudad que se despierta después de la pandemia». La crisis sanitaria, de hecho, ya obligó a abortar la instalación del año pasado, dado que se quería evitar cualquier tipo de aglomeración para prevenir nuevos focos de contagios. En esta ocasión, el belén estará espaciado y repartido para que no se tengan que producir concentraciones. Las luces cuelgan ya desde la fachada del Ayuntamiento y algunos animales del establo asoman la cabeza desde los balcones de la plaza.

La semana pasada, Martí ya avanzó que el belén de este año tendría «sorpresa». «La Navidad también es debate», añadió en una comisión municipal que sirvió para poner en guardia a la oposición. «Tememos un anti-pesebre», replicó el concejal del PP, Óscar Ramírez, aludiendo a los últimos años, en los que los belenes han copado buena parte de las críticas. Y es que, con la llegada de Colau al Ayuntamiento, el belén tradicional desapareció de la plaza Sant Jaume . Desde entonces ha sustituido al niños Jesús una trona con babero, han colocado butaneros entre la instalación, han ubicado el Nacimiento dentro de una esfera gigante que simulaban las bolas de cristal de nieve o han escondido los símbolos de la Navidad en cajas dentro de un gran trastero. Ahora, tras el anuncio de este belén descentralizado, habrá que esperar al viernes para ver las figuras iluminadas y al lunes para ver la instalación al completo.

En lo que sí se prevé polémica es en el coste, ya que los populares desvelaron esta misma semana el gasto previsto en la instalación, 189.904 euros que consideran «intolerable». «Un pesebre no puede costar esta barbaridad, es una vergüenza que el gobierno de la ciudad malgaste el dinero de los ciudadanos», lamentó el líder del grupo, Josep Bou. Martí, por su parte, defendió ayer que había «más inversión que gasto» porque hay elementos infraestructurales que se usarán para futuras ediciones.

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