Imagen de la estación de San Isidro (León) tomada en los últimos días SANISIDRO.NET
SOCIEDAD

La temporada continúa «en blanco» en las estaciones de esquí

Aunque esta semana han caído las primeras nevadas, las instalaciones siguen cerradas, con el temor de sus responsables a entrar en pérdidas

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El refranero popular pocas veces se equivoca y es especialmente certero cuando se trata del tiempo. El «Año de nieves, año de bienes» siempre se traduce en una gran temporada para las estaciones de esquí que dependen, como nadie, del deseado manto blanco. Por eso, la campaña 2015/2016 que habitualmente arranca en diciembre va camino de ser especialmente mala, si las siguientes semanas no lo remedian. Las seis estaciones de la Comunidad más importantes -San Isidro y Leitariegos, en León; La Pinilla, en Segovia; La Covatilla, en Salamanca; Lunada, en Burgos, y Santa Inés, en Soria- no han podido abrir hasta el momento sus instalaciones por falta de nieve. Aunque estos días se han producido las primeras nevadas de cierta intensidad, el invierno esta siendo aciago en precipitaciones lo que, unido a unas temperaturas inusualmente altas, ha hecho imposible hasta ahora el funcionamiento de los cañones de nieve artificial, por lo que la cantidad acumulada es todavía insuficiente.

El lunes llegaron los primeros copos a la Comunidad para empezar a teñir de blanco la montaña. De momento, son un halo de esperanza para las estaciones, algunas de las cuales, como es el caso de La Covatilla, confía en poder abrir en unos días si se mantienen bajas las temperaturas. En el caso de La Pinilla, desde el martes los cañones de nieve están a pleno rendimiento para poder consolidar el primer manto y que éste sea practicable. Para el resto, habrá que esperar.

Así las cosas, los responsables de las estaciones esperan que tras estas primeras nieves, y después de las lluvias que llegarán a continuación, hacia finales de mes entre una gran nevada que permita «salvar los trastos» e, incluso, repuntar, para no acabar la temporada en pérdidas, después de que hasta el mes de enero los ingresos hayan sido nulos y se hayan perdido fechas importantes como el puente de la Inmaculada o la propia Navidad. Curiosamente, las citadas seis estaciones de esquí son de titularidad pública y su gestión corre a cargo de las administraciones, como son la Diputación de León (San Isidro y Leitariegos) y los ayuntamientos de Béjar (La Covatilla), y Riaza (La Pinilla). En el caso de Lunada, el ayuntamiento burgalés de Espinosa de los Monteros cedió la concesión durante un año a la empresa Snown Montain. También Santa Inés es una concesión del Ayuntamiento soriano.

La gestión, por lo tanto, de dichas instalaciones viene condicionada por los presupuestos de las instituciones y los beneficios o pérdidas repercuten directamente en las arcas públicas. Así, la Diputación de León es la gestora de San Isidro y Leitariegos. La primera, situada en la Cordillera Cantábrica, en el término municipal de Puebla de Lillo, es la estación más grande de la Comunidad, con 27 kilómetros de pistas (cuatro de ellas negras). El diputado de Desarrollo Económico de la institución provincial leonesa, Miguel Ángel del Egido, reconoce que tanto en San Isidro como en Leitariegos las previsiones son malas porque si bien las pistas «ya están pintadas», para los próximos días se anuncia viento y agua por lo que aún no es posible saber cuándo podrá abrir la estación. «Está siendo una temporada difícil y sólo nos cabe esperar que se arregle», señala Del Egido, quien recuerda que la pasada tampoco fue buena porque aunque entonces sí hubo mucha nieve. Los fines de semana, que son los de mayor afluencia de público, el tiempo fue tan malo que hubo que cerrar. De hecho, el ejercicio acabó con una reducción del 20 por ciento de ingresos y unas pérdidas del entorno del millón y medio de euros. Y eso que los gastos «están muy equilibrados», con una plantilla que en el caso de San Isidro es de unos 60 trabajadores, de los cuales 30 son funcionarios y el resto contratados para la temporada (en el caso de Leitariegos de los 30 empleados, cuatro son funcionarios). Sin embargo, para el diputado provincial de León, «el negocio no está en la nieve, sino en la actividad económica que genera en la zona, en los hoteles, casas rurales y restaurantes». Por eso, insiste en que «la Diputación no puede hacer cuentas ‘frías’ y pensar sólo en los 4,2 millones de presupuestos de la institución provincial que se lleva San Isidro», lo cual no es óbice para que la institución busque nuevas fórmulas de gestión para sus dos estaciones de Esquí.

La Pinilla

Situada en el Sistema Central, en el término segoviano de Riaza, la estación de esquí es una sociedad pública del Ayuntamiento que asumió toda su propiedad en el año 2000, ya que hasta entonces estaba participada por la Diputación, la Junta y Caja Segovia. Su alcaldesa, Andrea Rico Berzal, recuerda que en los últimos años «nos hemos ido manteniendo, con resultados positivos, y eso nos ha permitido reinvertir, porque las ayudas de las administraciones han sido nulas». El año pasado, los ingresos ascendieron a 1,5 millones, y eso que «no fue demasiado bueno», aunque lo justo como para no entrar en pérdidas. Lo cierto es que La Pinilla crea cada temporada entre 80 y 90 puestos de trabajo directos, a los que se suma toda la reactivación de la zona, por lo que «es vital que la estación continúe y siga funcionando». Sin embargo, Andrea Rico reconoce que este año, con la estación cerrada hasta el momento, las cosas van mal y «si es un año muy desastroso, habrá que ver, porque un mal año nos puede crear muchos problemas». Sin embargo, el gerente de la estación, Ángel González, se muestra más optimista y confía en que con la nieve caída, las bajas temperaturas y los cañones (el 70 por ciento se obtiene mediante este sistema) se pueda abrir a mediados de este mes. «Estamos haciendo la base», asegura, al tiempo que recuerda que en 1975 se celebró en La Pinilla la Copa de Europa de Esquí y, sin embargo, la estación no se abrió hasta final de mes. El año pasado, la apertura fue el 2 de enero y luego la campaña tampoco fue buena. Ahora, «si abrimos y nos respeta hasta el 15 de marzo, se puede salvar». Además, La Pinilla cuenta con un bike park que completa la oferta deportiva y permite rentabilizar las instalaciones durante todo el año gracias a esta modalidad .

La Covatilla (Salamanca) también vive estos días pendientes de los copos que han empezado a caer y que podría permitir su apertura en las próximas semanas. La gestión de la estación la lleva desde el año pasado directamente el Ayuntamiento de Béjar, ya que durante diez años estuvo en manos de una empresa privada. El alcalde de la localidad, Alejo Riñones, recuerda los 40.000 esquiadores que pasaron la temporada pasada y el medio millón de euros de beneficio que obtuvo. Este año, sin embargo, las cosas no van bien «y no sabremos las consecuencias», aunque defiende unas instalaciones que resultan vitales para la comarca.

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