Razones que han llevado a la Junta de Castilla y León a prohibir ahora dar muerte al Toro de la Vega

Con la decisión de prohibir dar muerte al morlaco durante el polémico torneo del Toro de la Vega, que se produjo ayer por sorpresa, el Gobierno castellano y leonés ha tratado de llegar a tiempo de evitar la tensión que cada año se adueña del municipio tordesillano en el que los enfrentamientos entre los defensores del festejo y los detractores son una constante. El Decreto Ley afectaría a todos los espectáculos taurinos tradicionales de Castilla y León, si bien de los 13 sólo en el del Toro de la Vega se da muerte al animal. Con la norma se intenta «proteger la tradición adaptándola a las circunstancias actuales del siglo XXI para conseguir que pervivan en el tiempo», según señaló el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez.

A esa conclusión llegó el Gobierno autonómico después de analizar las dos salidas a las que se enfrentaba -«o prohibir el festejo o adaptar la tradición»- tras comprobar que la tensión cada año va en aumento, hasta el punto de provocar llamadas al boicot a los productos elaborados en el municipio vallisoletano e, incluso, la cancelación de actuaciones de grupos musicales ante las presiones recibidas de colectivos animalistas.

Así es que llegadas estas fechas y con el próximo 13 de septiembre ya en el horizonte, la Junta de Castilla y León decidió ayer dar una vuelta de tuerca al festejo taurino para no enfrentarse a problemas de seguridad, como los vividos en los últimos años, que estuvieron a punto de provocar su suspensión. El Decreto Ley, que hoy mismo entrará en vigor y que será convalidado por las Cortes autonómicas -sin dificultades dado que el PSOE está de acuerdo con la medida-, se ha aprobado después de realizar «muchas consultas» entre colectivos implicados para llegar a la conclusión de que «lo sensato era adaptar la tradición a la realidad actual para no perderla». El consejero de la Presidencia justificó, además, la decisión de su Gobierno en que el festejo del Toro de la Vega, que se remonta a 1534, «se ha ido adaptando con el tiempo», por lo que, a su juicio, puede acomodarse a las nuevas «sensibilidades sociales».

La pelota está ahora en el tejado del Ayuntamiento de Tordesillas, que deberá adaptar el reglamento del festejo según el cual no se podrá lancear ni matar al toro, pero sí se podrá, por ejemplo, realizar un encierro.

Rebajar la tensión

«Los problemas de orden público se repetían cada año, era una situación lamentable y eso sí que iba a acabar con la tradición», señaló De Santiago-Juárez, quien, no obstante, dejó claro que el Toro de la Vega «no se puede comparar con la Fiesta Nacional que es arte, cultura, sensibilidad, nobleza y emoción». En este sentido, recordó que la tauromaquia también se ha ido adaptando con los tiempos.

Como era de esperar, la decisión de la Junta de Castilla y León no ha sido bien recibida en el Ayuntamiento de Tordesillas cuyo alcalde, el socialista José Antonio González Poncela, anunció ayer, acompañado por el portavoz del PP en el consistorio, que llevará a los tribunales, por ser «contrario a derecho», el Decreto Ley.

Sin embargo, las formaciones políticas defendieron la prohibición, como el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que la tildó de «buena noticia» y recordó que su programa electoral incluye una ley contra el maltrato animal. Representantes del mundo taurino mostraron su oposición y señalaron que llegarán «hasta el fondo» y que se sienten «traicionados por la cobardía» del PP, dijo el presidente de la Federación de Tauromaquia Popular de Castilla y León, Francisco Javier Hernández Calvo.