Las protestas de los animalistas han sido constantes estos añoS
Las protestas de los animalistas han sido constantes estos añoS - REUTERS

La victoria «a medias» de los animalistas llega tras 11 años de lucha contra el Toro de la Vega

Asociaciones en defensa de los animales ven positivo el paso que ha dado la Junta de Castilla y León, que desde este año no permitirá que muera el novillo en Tordesillas

Los más pesimistas se muestran escépticos y dicen que no se lo creerán hasta que no vean que la medida se pone en práctica de forma efectiva y no se maltrata al animal

-Madrid Actualizado: Guardar
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Este año el Toro de la Vega no morirá, o al menos eso pretenden las autoridades castellanoleonesas que hoy han dado la razón —en parte— a las asociaciones animalistas que, todos los cursos al llegar septiembre, protestan amargamente contra uno de los símbolos de la lucha contra el maltrato animal. En el aire queda saber si el toro seguirá siendo lanceado pero, aún así, los animalistas consideran que el paso que hoy se ha dado supone un paso adelante.

«Hace 11 años nos recibían tirándonos huevos cocidos y polvorones»

«Lo consideramos como una victoria a medias, pero sí que es un primer paso para la abolición definitiva del Toro de la Vega y de otros espectáculos que maltraten animales», confirma Silvia Barquero, presidenta del Partido Animalista PACMA a este diario en una mañana en la que, como reconoce, su teléfono móvil echa humo.

No es para menos porque es algo por lo que llevaban trabajando más de una década, según reconoce. «Llevamos 11 años trabajando para poner fin al Toro de la Vega, algo que consideramos el máximo exponente del maltrato animal en este país», recuerda Barquero, quien sin embargo adelanta que seguirán tomando medidas para conseguir que este festejo sea totalmente abolido.

El Toro de la Vega es protagonista en portadas internacionales año tras año
El Toro de la Vega es protagonista en portadas internacionales año tras año - ICAL

«Hace 11 años —cuando comenzaron las protestas— nos recibían tirándonos huevos cocidos y polvorones», rememora la presidenta, quien confirma que, pese al anuncio de hoy, PACMA continuará con sus políticas contra el maltrato animal: «Queremos seguir la línea del resto de países europeos donde hay normas que no permiten que se celebren festejos taurinos».

Desconfianza

«Si no lo matan pero lo torturan, es lo mismo», lamenta Carmen Méndez, presidenta de la Asociación en Defensa de los Derechos del Animal, quien tilda este festejo como «una actitud del medievo, vergonzosa, increíble y surrealista».

«No tiene sentido», insiste sobre el Toro de la Vega Méndez, quien mantendrá una valoración negativa del mismo hasta que no vea si realmente no se maltrata al novillo. «Si me dicen que suplantan el toro por una imagen que lo represente, vale, esto sí sería un cambio», propone la animalista.

«Si no lo matan pero lo torturan, es lo mismo»

En este sentido, Noemí Rodríguez, portavoz de la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA), adelanta que allí les queda la duda de si se va a lancear al animal o no. «Esto produce dolor y es una tortura para el animal», censura Rodríguez, quien reconoce que han recibido «muy contentos» la noticia, pero advierte de que a partir de ahora tendrán que ver «cómo se desarrolla el reglamento».

Dudas sembradas

Por el momento, el decreto ley dictado por la Junta de Castilla y León asegura que con el fin de «proteger la tradición» y «adaptarla a la sociedad y sensibilidad del siglo XXI», el Toro de la Vega no morirá, pero en la cabeza de los animalistas brotan las dudas sobre si podrá seguir siendo maltratado con lanzas y objetos punzantes por los asistentes.

Según adelanta Barquero, el decreto convertirá al Toro de la Vega «en un encierro por el campo más, como los de Cuéllar (Segovia), donde los caballistas persiguen al animal», como explica la presidenta. Aún así, admite que la medida es «insuficiente» en este sentido.

Las lágrimas provocadas por el Toro de la Vega
Las lágrimas provocadas por el Toro de la Vega - F.J. DE LAS HERAS

«Tenemos mucha desconfianza, muchísima», subraya Méndez, quien espera que —a quienes corresponda— «se les ilumine la mente y tengan la sensibilidad necesaria para empatizar con el ser vivo al que torturan y con la gente que lo ve disgustada».

Pese a ello, Rodríguez considera que, aunque quizá insuficiente, esta medida supone «un paso adelante» y un «acicate» para que los colectivos como al que pertenece continúen reivindicando los derechos de los animales.

«No quiero que se reconozca a España como un país que tortura a los animales en festejos como este», manifiesta Barquero, para quien hoy, el día en el que las autoridades les han dado la razón, no se cierra el círculo que muchos animalistas comenzaron a trazar hace 11 años cuando llegaron a Tordesillas a protestar, pero casi.

«Es algo muy positivo para los animales y para la sociedad española», concluye Barquero.

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