El porcentaje de «ninis» se sitúa en el nivel más bajo desde 2008

Los jóvenes menores de 30 años que ni estudian ni trabajan, un sector de la población que preocupa especialmente por su riesgo de descolgarse del mercado laboral y de que a la larga caigan en la exclusión social, son cada vez menos en Castilla y León. Los «ninis», como se les conoce popularmente, han pasado a ser el 15,4 por ciento en la Comunidad en 2015, la cifra más baja desde 2008, cuando el porcentaje era del 13,9, y más de dos puntos menos que el año anterior.

La Comunidad es la cuarta con menor número de jóvenes que no estudian y que tampoco tienen un empleo por detrás sólo de Navarra, País Vasco y Cantabria. Si subimos hasta los 34 años, el número se incrementa hasta el 17,1.

Sin embargo, en esa horquilla de edad el descenso ha sido mayor y roza los tres puntos menos respecto al ejercicio 2014.

Más mujeres que hombres

Así lo recogen los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, basados a su vez en la información de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2015, que analizan la transición de la formación al trabajo y el nivel formativo de la población.

En la franja de jóvenes menores de 30 años, las chicas que no estudian y tampoco trabajan en la región son más que los chicos, con un porcentaje del 16,2 por ciento frente al 14,7 de los varones. También hay diferencias en cuanto al nivel formativo. Y es que los «ninis» que no han superado la segunda etapa de Educación Secundaria suponen el 26,3 por ciento frente al 12,4 de aquellos que cuentan con la ESO y niveles formativos superiores.

Los jóvenes que no estudian y tampoco trabajan en Castilla y León están por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 19,4 por ciento. A nivel estatal, las cifras también se han reducido progresivamente desde 2013, cuando se alcanzó el punto más alto con un 22,5 por ciento.

Aunque la caída es importante, las medias tanto nacional como de la Comunidad siguen estando por encima de la Unión Europea (14,8 por ciento) y se sitúan muy alejadas de algunos países europeos como Suecia (7,4), Luxemburgo (7,6) o Dinamarca (7,7). En el otro extremo se sitúan Grecia(24,1) o Italia (25,7) que superan ampliamente los promedios nacional y regional.

Si el nivel formativo y el futuro de los jóvenes preocupa, también lo hace el desempleo. En Castilla y León, los datos han mejorado en todas las variables presentadas por el Ministerio de Educación, que incluye la tasa de paro en función del nivel formativo. Así, entre la población de 25 a 64 años con educación superior -titulación universitaria o FP superior-, desciende al 11,6 por ciento frente al 13,6 de 2014 y el 14,5 de 2013.

Los números son más altos al bajar el nivel educativo. De esta manera, entre las personas que han completado la Educación Secundaria la tasa de paro se sitúa en el 15,5 por ciento, dos puntos menos que en el 2014, mientras que en aquellos que sólo han completado la primera etapa de la ESO la tasa de desempleo sube al 22,4.

Abandono escolar

Las administraciones se centran también en atajar el problema del abandono escolar temprano. El porcentaje de población entre 18 y 24 años que no ha completado la segunda etapa Educación Secundaria y no continúa con su formación cae al 16,7 en Castilla y León, por debajo de la media nacional, que llega al 20 por ciento. Aunque también en este apartado se ha mejorado, los datos no alcanzan los niveles europeos, la media de la UE está en el 11 por ciento.

En cuanto al nivel formativo de la población, el 43 por ciento de la población de entre 25 y 34 años cuenta en Castilla y León con educación superior, mientras que el 68 por ciento de las personas de entre 20 y 29 años han completado al menos la segunda etapa de la ESO.