Pérez Gellida llama a ejercer el «vallisoletanismo» en las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo

Con un «inmenso placer» y una buena carga de ironía en su pregón titulado « Valladolid, capital del universo », el escritor vallisoletano César Pérez Gellida ha dado este viernes el pistoletazo de salida a las Ferias Y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid delante de todo el gentío que se juntó en la Plaza Mayor tras el desfile de peñas.

El autor de las trilogías «Versos, canciones y trocitos de carne» y «Refranes, canciones y rastros de sangre», así como dos libros titulados «Khimera» y «Konets», ha instado a los presentes a dar rienda suelta al « vallisoletanismo » y ha destacado que Valladolid es «única y distinguida», poniendo de relieve a su Semana Santa, la Semana Internacional del Cine (Seminci) y el Teatro de Calle (TAC), además de ciertas personas «ilustres» de la capital, como son Poti, el Catarro o las hermanas gemelas inseparables, entre otros.

Durante su discurso, además de poner en valor ciertas características de la zona, como la «cencellada de tres días», el mar «amarillo cereal en superficie» y las «corrientes de zumo de uva», Gellida ha dado las gracias al alcalde de Valladolid por escoger «a este calvo aporreador de teclados», como se denominó a si mismo, y ha expresado el «sentimiento de orgullo difícil de explicar » al estar en el balcón del Ayuntamiento de Valladolid dando el pregón de las fiestas. «Ya me considero afortunado por el mero hecho de haber nacido y crecido en estas calles y plazas», ha asegurado Gellida.

Por último, quiso dar su punto de vista de la ciudad tras su «exilio voluntario» sacando partido a la «engañosa perspectiva que otorga la distancia». El escritor vallisoletano ha apuntado que los vallisoletanos « pecamos de modestia » y según Gellida «apreciamos lo que nos llega de fuera de forma desproporcionada» e «infravaloramos» los importantes logros alcanzados por hombres y mujeres «estrechamente ligados a nuestra tierra y que han ocupado, ocupan y ocuparán páginas ilustres en los libros de historia», sentenció.

Tras estas palabras, animó a los congregados a comer, beber y bailar y que «nada ni nadie nos impida ser felices » durante los 10 días de fiesta de las Ferias de la Virgen de San Lorenzo.