Ana Redondo: «Este programa sería imposible sin los grupos de Valladolid»
Pese al disgusto de renunciar al concierto internacional, la concejala de Cultura y Turismo celebra una oferta que «contará con grupos potentes todos los días» y refuerza las actividades en los barrios
El fallido concierto internacional, cuando la contratación de Pet Shop Boys parecía cosa hecha, obligó a un cambio de planes para la Feria y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo a solo un mes del inicio. Una vez superado el contratiempo y reforzada la propuesta musical nacional, la responsable del área de Cultura y Turismo del Ayuntamiento defiende un programa que pretende llegar a todos los públicos y que cuenta con la complicidad de los artista y grupos de Valladolid capital y de la provincia.
El presupuesto de este año es de casi 1,2 millones, frente a poco más de un millón del pasado año, y sin concierto internacional. ¿A dónde se va ese incremento?
Es verdad que con el concierto internacional nos hemos ahorrado unos 60.000 euros; eso revierte a las arcas de la Fundación Municipal de Cultura y servirá para reforzar otras actividades en el resto del año. Pero el incremento se debe a que se ha mejorado la programación en los barrios, que era un compromiso para que, sobre todo en los días laborales, tengan una programación familiar y de conciertos. También hemos incrementado los espacios del centro, como la chopera de Las Moreras, donde se va a realizar una programación dedicada a las familias y al público más joven. A eso se suma una calidad mayor en los conciertos de la Plaza Mayor, que tendrá grupos potentes todos los días, y hay que tener en cuenta que el IPC ha subido y todo se encarece. Creo que con un programa como el que hemos presentado, un presupuesto de 1.200.000 euros no es excesivo en absoluto si nos comparamos con ciudades similares, como Bilbao o La Coruña, que tienen presupuestos bastante superiores.
Tanto el año pasado como el anterior, fiaba al concierto internacional el tirón de las fiestas para atraer visitantes de fuera y situar Valladolid en el mapa de la música en directo. ¿Cree que con la programación de este año se puede mantener ese objetivo o han tenido que renunciar a él?
Nuestra idea siempre fue tener un concierto internacional. Teníamos la experiencia del primer año con John Newman, que atrajo muchísimo público y estaba en un caché razonable. Pensábamos que se podía repetir esa experiencia, pero el año pasado ya tuvimos dificultades; este año teníamos prácticamente cerrado el grupo internacional hace dos meses y se fue complicando la firma, hasta que a finales de julio decidimos reforzar la apuesta nacional y olvidarnos, al menos este año, del concierto internacional. Hemos hecho todos los esfuerzos para tenerlo, que es también una petición que nos hacían desde la hostelería y los hoteles de la ciudad. Pero creo que el programa es muy potente, ese primer fin de semana es impecable y a lo largo de toda la semana todos van a encontrar ese estilo musical que les apetece y van a poder disfrutar. Estamos hablando de artistas de la talla de Raphael, que es indiscutible y un lujo poder verlo en la Plaza Mayor, de Rozalén, de C. Tangana, que para un sector de la población tiene muchísimo tirón, de Hombres G, que es un clásico que va a ofrecer un concierto espectacular con Celtas Cortos, de Chenoa... Estoy convencida de que van a llenar la ciudad.
¿Cuál era el grupo internacional que casi estaba cerrado?
Pet Shop Boys.
Si el año que viene siguen al frente del Ayuntamiento y usted en el equipo de Gobierno, ¿no renunciarán a retomar la idea del concierto internacional?
Creo que la idea del concierto internacional es una apuesta, porque el turismo es una necesidad de la ciudad y porque todo lo que ayude a generar una buena imagen de Valladolid redunda en positivo. No es que nos apetezca escuchar a uno u otro grupo, es entrar en el circuito internacional de la música, una posición que se había perdido. Creo que vamos a seguir por esa senda. El alcalde no renuncia a lo mejor para Valladolid, todo dependerá de las facilidades, de las posibilidades y del presupuesto. Yo tampoco renunciaría a eso.
Ha citado el refuerzo de la programación en Las Moreras para los más jóvenes. ¿Ya lo ven como su propio espacio dentro de las fiestas?
Hemos conseguido algo que parecía difícil: que ese espacio que ya estaba colonizado por los jóvenes se incorpore a las fiestas y no sea un espacio alternativo para el botellón o simplemente para encontrarse, pero siempre al margen de las fiestas de la ciudad. Al hacer una programación específica pensada para ellos, con la participación de las asociaciones y del Consejo de la Juventud, hemos conseguido que se incorpore a las fiestas con normalidad. Siempre digo que hay que dar alternativas al botellón con actividades y conciertos y, además, reforzar con campañas, como la que hacemos contra la violencia sexista, este año fortalecida con la presencia de una psicóloga, y la que promueve el consumo responsable de alcohol.
La campaña del «No es no» se repite y la que intenta reducir el botellón lleva varios años en marcha. ¿Tienen datos o pistas que puedan confirmar su efectividad?
Cada vez somos más conscientes de los peligros y de que el civismo, el respeto y el mantener determinadas actitudes, también durante las fiestas, es imprescindible para la convivencia y para el disfrute de todos. Afortunadamente, en Valladolid no hemos tenido en los últimos años ningún incidente de violencia sexista y se van reduciendo las intoxicaciones etílicas. Las campañas conciencian a las ciudadanía y a las familias, pero no hay que bajar la alerta. No porque no haya denuncias o haya bajado el consumo abusivo de alcohol podemos podemos dejar de hacerlas, las campañas son necesarias.
El año pasado a estas alturas estaba en vilo por la convocatoria de la huelga de Auvasa. ¿Este año va a disfrutar más de las fiestas por no tener esa preocupación previa?
Pues sí. Fue complicado, porque un servicio municipal como el transporte puede hacer que unas fiestas salgan como no quieres. Afortunadamente, hoy las circunstancias son muy distintas, aquello se resolvió, creo que mi compañero Luis Vélez hizo un trabajo excelente, y el alcalde estuvo al frente de la negociación. El de Auvasa es un servicio esencial, con trabajadores conscientes de lo necesarios que son en estas fechas.
Otro servicio imprescindible es el de la limpieza, que también necesita reforzarse en fiestas.
El servicio de la limpieza es excelente, precisamente porque no está privatizado. Hay mucha gente en la calle estos días y no siempre con actitudes todo lo cívicas que nos gustaría, pero es increíble cómo a las dos horas de un concierto están la plaza y las calles limpias. Hay que quitarse el sombrero con el trabajo que realizan. Este año se refuerza el servicio de limpieza con más trabajadores y con nuevo camiones, barredoras y limpiadoras.
Ha presenado la programación de grupos locales en fiestas y participan 160 grupos de música, teatro...
El programa sería imposible sin los grupos de Valladolid y la provincia, porque su implicación y participación es esencial. Hicimos un cómputo y son 160 artistas y grupos los que van a participar, fundamentalmente músicos. Eso demuestra lo que tenemos: creatividad y dinamismo. El año pasado cerramos las fiestas con Los Pichas y abarrotaron la Plaza Mayor. Este año hablamos también de Celtas Cortos y el homenaje a Candeal...
¿Esta colaboración confirma que ha mejorado la relación con los grupos musicales después del conflicto por la limitación de los conciertos en locales?
Ha cambiado mucho. La normativa municipal se ha suavizado en cuanto a la utilización de equipos electrónicos en bares y restaurantes y ha permitido que haya bares con programación musical prácticamente durante todo el año, y sin quejas de los vecinos, que eso es importante. Además, se ha incorporado la Sala Blanca del LAVA y otros espacios que se han revelado fantásticos para conciertos, como la Hípica. Todo esto ha venido a reforzar la idea de que el turismo musical es muy potente y Valladolid tiene que estar en la ruta de los grandes conciertos.
Ya se ha acallado, al menos en parte, la polémica por la falta de apoyo municipal a la feria taurina. ¿Se ha demostrado que hay determinadas actividades que tienen que funcionar por sí mismas?
Con la feria taurina creo que hemos conseguido la cuadratura del círculo, porque sin apostar económicamente, al no prohibir nada y mantener, por supuesto, el respeto por la fiesta de los toros y su publicidad en el programa, permite que si son buenos los carteles la plaza tiene una buena entrada, si no se llena. Y es de lo que se trata, porque eso también redunda en que se llenen los hoteles, restaurante y bares, que la gente conozca Valladolid. Cuando una actividad puede generar conflicto social, lo mejor es no aplicar dinero público.
