Castilla y León inicia su toque de queda con el Covid más disparado que al arrancar el estado de alarma

Esta semana han fallecido 137 personas y los nuevos positivos superan los 8.500, multiplicando por 33 los de marzo

Gente en la Plaza Mayor de Valladolid pasadas las 22.00 horas, cuando ha entrado en vigor el toque de queda en Castilla y León por el Covid-19 F. BLANCO

Isabel Jimeno

Motivos «muy graves de salud pública» están detrás de la decisión de la Junta de Castilla y León de implantar desde de la pasada noche el toque de queda de 22 a 6 horas en la Comunidad para intentar frenar el avance del Covid-19. Nueva restricción –eso sí, parcial y temporal durante al menos quince días– de la movilidad en menos de ocho meses desde que en marzo el estado de alarma obligase al confinamiento general de la población en toda España por la propagación del coronavirus. ¿Y en qué se parecen ambas situaciones?

¿El virus campa lo mismo que entonces, que llegó a saturar hospitales más allá de sus límites? Pues, a tenor de los últimos datos, lo hace más y con más «campo» dominado . Los 2.015 nuevos casos de coronavirus confirmados este sábado por la Consejería de Sanidad pulverizan todos los registros, incluso los de los hasta ahora meses más crudos de la pandemia, aunque es cierto que entonces se hacían menos pruebas y la población estaba recluida en sus casas. Por segundo día consecutivo, los positivos superaban los dos millares y sólo en esta semana se han rebasado los 8.550 nuevos diagnosticados por las pruebas que detectan el virus cuando está activos –PCR y antígenos de segunda generación–. Un dato que deja muy atrás los de aquella semana previa al estado de alarma. Entre el 9 y el 15 de marzo, en la Comunidad se confirmaron 259 casos . Hay que multiplicar por más de 33 esa cifra para llegar a la actual, y faltan los de hoy para completar la semana más dura de esta nueva ola.

La posible meseta para estabilizar el avance del Covid-19 que parecía intuirse hace tan sólo unos días ha desparecido del horizonte, y ante la vista una escalada de casos que del lunes al viernes se han duplicado . El coronavirus parece haber cogido fuerza en su remontada.

Más ingresados

Y su extensión ha i ncrementado de forma notable la presión hospitalaria , que sólo en julio y parte de agosto logró tomar algo de aire. Nunca ha dejado de haber pacientes ingresados, ni en planta ni en las UCI, pero octubre está siendo crucial en un avance que apunta a que la «saturación» vuelva a ser una realidad , como ha reconocido la consejera de Sanidad, Verónica Casado. Más de ocho meses de obligada convivencia con el virus ha permitido que se le conozca algo más y, sobre todo, no escasea el material de protección que entonces lastró la lucha de los sanitarios contra el Covid-19. Los ingresos no aumentan ahora a la velocidad de vértigo que lo hicieron meses atrás, pero del goteo se ha pasado a un «chorro» constante . Este sábado por la mañana, había 1.178 pacientes en planta con coronavirus confirmado y otros 164 en las UCI . Unas unidades de cuidados intensivos con camas ya extendida por otras estancias de los centros sanitarios y en las que los enfermos con este virus ya son más de la mitad (53 por ciento), y subiendo.

La primera semana con el estado de alarma en vigor (del 16 al 22 de marzo) acabó con 740 personas hospitalizadas en planta y otras 120 en las unidades de críticos . Ambas cifras se superan ahora que entra en vigor el toque de queda y la Junta de Castilla y León insiste en su llamada a la «responsabilidad» y a limitar los contactos y la actividad social.

También más cruda es la cifra de fallecidos que deja el virus. Antes de que entrara en vigor el estado de alarma, el virus se cobraba en la Comunidad doce vidas en los hospitales –el primer deceso se registró en Salamanca en la noche del 12 de marzo–. En la primera semana con los ciudadanos en sus casas, otros noventa decesos engrosaban la negra estadística . Ahora, sólo desde el pasado domingo han fallecido en los centros sanitarios de Castilla y León 126 personas que estaban contagiadas , además de otras once en las residencias de mayores y personas con discapacidad, en las que aquel primer y desconocido impacto hizo estragos. Ya son 1.784 los ancianos con Covid-19 confirmado que han perecido en este tiempo, 988 de ellos tras ser trasladados al hospital, pero sin poder superar la enfermedad, y otros 796 en los propios geriátricos. En los hospitales, las víctimas que deja el coronavirus alcanzan las 2.697 tras la semana más trágica desde que se levantó el estado de alarma. En el mes de octubre, el coronavirus ha segado ya 385 vidas en los centros sanitarios y ha estado también detrás de 62 pérdidas en las residencias.

Restricciones

Como entonces, se han ido adoptado otra serie de medidas para intentar contener el avance de un virus del que ahora se conoce su dureza y letalidad. La restricción de visitas y acompañantes a los ingresados en los hospitales adoptada este viernes ya se produjo también antes de que entrara en vigor el estado de alarma. Y aunque la actividad hospitalaria que meses atrás prácticamente quedó reducida al coronavirus ahora se mantiene, la consejera ya advirtió esta semana que habrá priorización y apeló a no acudir a los centros sanitarios salvo urgencias.

El toque de queda –que deberá ser ratificado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, salvo que finalmente el Gobierno central apruebe hoy otro estado de alarma que facilite a las comunidades su aplicación– está acompañado de otras medidas que siguen en vigor, como el límite de aforo en establecimientos, la prohibición del consumo en barra en bares , restaurantes y cafeterías o de asistentes a actos religiosos y velatorios. Y sin olvidar la «responsabilidad individual y colectiva» a la que apela de nuevo la Junta. Tope de seis personas en las reuniones familiares y sociales y recomendación, además, «con carácter general», de limitar los encuentros sociales fuera del entorno de convivencia estable.

«Sólo a través de la corresponsabilidad, la solidaridad y la colaboración ciudadana y con el esfuerzo y el compromiso de los profesionales sanitarios , la pandemia por la Covid-19 podrá ser superada», advirtió ña Junta en el primer día de toque de queda. Y recordó que «es fundamental cumplir las recomendaciones sociales y sanitarias de autoridades nacionales, autonómicas, provinciales y locales».

A las 22 horas, en diversos puntos de la Comunidad, los agentes de Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local controlaban la movilidad , que durante el día no se vio alterada, con numerosa gente en las calles y locales, aunque ya antes de llegar la hora se notaba menor afluencia, con los establecimientos bajando la persiana. Ya las diez de la noche, prácticamente silencio general, roto por bares y restaurantes que terminaban de recoger mesas y sillas.

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