Ricardo Cupido tiene una cita pendiente con Bahamontes

El escritor extremeño Eugenio Fuentes presentó su última novela, «Piedras negras», en Toledo, donde transcurre la octava entrega de su serie de género negro

El escritor extremeño Eugenio Fuentes, sentado en las escaleras del palacio arzobispal de Toledo A. Pérez Herrera
Mariano Cebrián

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Sentado en las escaleras del palacio arzobispal de Toledo, con la catedral a su izquierda. Allí es donde nos reunimos con el escritor Eugenio Fuentes (Montehermoso, Cáceres, 1958); el mismo lugar donde se sienta a reflexionar, en una escena de su última novela, Piedras negras (Tusquets Editores), el personaje que le ha dado a conocer en el mundo literario, Ricardo Cupido. El título hace mención al poema de Antonio Colinas dedicado a Toledo («Si abrís las piedras negras, brota luz/Si abrís la luz, brotan cuchillos negros»), ciudad donde esta semana el escritor extremeño ha venido a presentar su libro en la Librería Hojablanca.

Ricardo Cupido, investigador privado, alto y atlético, es el protagonista de la serie de género negro que lleva su nombre y que va ya por laoctava entrega. A los pies del palacio arzobispal se sienta en un momento de la novela para meditar sobre el caso que le ha llevado a Toledo. Una ciudad que recorrerá de cabo a rabo para intentar localizar, en primer lugar, a un bebé robado que ahora vive allí y, después, para desentrañar un truculento asesinato en extrañas circunstancias.

Ambos casos confluyen en torno a Alejandro Garcilaso, el ficticio heredero de una de las familias más ricas y conocidas de la Ciudad imperial durante siglos . La historia sucede en 2004, justo después de los atentados terroristas del 11-M en Madrid. «Toledo es fantástica y no podía elegir otra ciudad para ambientar mi historia», asegura Fuentes.

La novela comienza con un muerto en una situación dramática, como el resto de sus relatos anteriores de la serie de Ricardo Cupido. Marta Medina, mujer republicana a la que le robaron su bebé en un hospital militar de Ciempozuelos (al sureste de Madrid), está a punto de morir en su lecho de Toulouse (al sureste de Francia). Antes de expirar, encarga a su nieta Marthe que localice en Toledo al hijo que tuvo durante la Guerra Civil.

«Podía haber sido otra ciudad, pero Toledo es además un símbolo porque está en el centro de la península ibérica, fue la capital del Imperio español y representa a las fuerzas vivas ligadas al poder durante siglos y siglos, como son la Iglesia y el Ejército». De hecho, algunos representantes de estas instituciones no quedan muy bien parados, al igual que tampoco algún miembro de la familia Garcilaso.

Encuentro del escritor Eugenio Fuentes con sus lectores en la Librería Hojablanca A. Pérez Herrera

Eugenio Fuentes reconoce que hay una crítica a la ciudad, ya que pone de ejemplo a Toledo como «paradigma de lo que fue la España del pelotazo, con corrupción urbanística y grandes obras tanto públicas como privadas, que son símbolo de la opulencia y que ahora están en desuso». Para eso, entre otras cosas, está la novela negra, que, en su opinión, «es un arma útil para describir la sociedad en la que nos movemos».

Corrupción y niños robados

En Piedras negras hay espacio para la ambición, la corrupción e incluso los niños robados, pero también el amor, la historia y los recuerdos, ingredientes que muy bien mezclados hacen que ninguno de ellos desentone en esta novela del género negro. «Con un poco de oficio, no es tan difícil incardinar una historia», asegura el autor.

No obstante, por lo que destaca esta novela sobre todo es por las aventuras de sus protagonistas. «Todas las mejores obras narrativas de la historia de la literatura son historias de grandes personajes —subraya Fuentes—. A mí lo que más me gusta es crear personajes y me interesa el personaje más que la emoción, la emoción más que la intriga y la intriga más que la violencia».

En este sentido, llama la atención que el personaje principal, Ricardo Cupido, no responde al perfil de protagonista de la novela negra, que suele ser un personaje extravagante. Sin embargo, Eugenio Fuentes está en contra de este tópico, que ha planeado década tras década sobre este género. «Mi investigador no es un alcohólico ni un hombre atormentado que va consiguiendo la información repartiendo mandobles o haciendo de superhéroe . Aun así, es un hombre duro, resistente, tenaz y con una gran dosis de humanidad».

De hecho, Ricardo Cupido es un gran deportista y aficionado al ciclismo, al igual que su creador, Eugenio Fuentes. Ambos han perdido la oportunidad de conocer a Federico Martín Bahamontes, uno de los grandes de este deporte, durante su estancia en Toledo en el desarrollo de Piedras negras . «Quizás Cupido se ponga en contacto con él —aventura el autor— si tiene que investigar otro caso o asesinato por las callejuelas de Toledo. Como amante al ciclismo, no sería mala idea juntarle con Bahamontes y que dieran una vuelta en bicicleta por la ciudad. Lo dejamos ahí abierto para una próxima ocasión».

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