Casi 5.000 castillos buscan dueño

Alguno de ustedes puede que tenga un castillo y no lo sepa. Podría ser un anuncio de televisión y, sin embargo, el eslogan es perfectamente real: en España hay registrados 10.285 bienes de arquitectura defensiva y solo 5.610, poco más de la mitad, se sabe de quién son. Hay 3.087 de propiedad privada y 2.523 de titularidad pública. Los otros 4.675 buscan dueño.

Así lo afirma la Asociación Española de Amigos de los Castillos, que ha organizado en el Museo del Ejército, ubicado en el Alcázar de Toledo, la exposición «Arquitectura defensiva en España». La muestra, inaugurada este miércoles y abierta al público hasta el 25 de mayo, hace un recorrido fotográfico por unos 100 castillos de la geografía nacional.

«Es muy difícil saber la propiedad de los castillos, se han perdido archivos y las propiedades no están bien registradas», explicó ayer Gabriel Morate, comisario de la exposición.

En realidad, más que buscar un ‘padre’ a estos bienes patrimoniales, lo que pretende la exposición es alertar del penoso estado en el que muchos de ellos se encuentran. He aquí una paradoja: a pesar de que los castillos siempre fueron símbolo de poder, no fue hasta finales del siglo XIX cuando a alguien se le ocurrió que estas fortificaciones tenían un valor.

El primer bien de este tipo que fue protegido fue el castillo de San Servando, en Toledo, declarado Monumento Nacional por el Estado en 1874 para salvarlo del peligro de demolición que presentaba. Un año antes había sido subastado por 3.500 pesetas.

Lo de San Servando fue excepción, no norma. Como también lo fue la muralla de Ávila, declarada Monumento Nacional en 1884 después de que la Real Academia de Historia dijera en un informe: «En poblaciones como Ávila, donde no es fácil prever un desarrollo comercial o fabril, es preciso conservar otros medios de vida que atraigan a los viajeros, y con ellos el tráfico y las ventajas que resultan para sus habitantes».

El turismo fue una de la razones para conservar el patrimonio. De hecho, la historia de la protección de la muralla de Ávila es la historia de la génesis de los paradores nacionales, cuyo primer alojamiento se levantó en Gredos (Ávila) en 1928. La red de Paradores se creó por dos motivos y uno fue precisamente ese: atajar el abandono que entonces presentaban muchos monumentos (el segundo motivo fue mejorar la malísima infraestructura hotelera que había en España).

Finalmente, en 1949 el Estado publicó un decreto para proteger todos los bienes de este tipo. Pese a ello, en la actualidad solo el 25 por ciento de los castillos se conserva en buen estado. Por contra, el 43 por ciento se encuentra o está directamente en peligro de ruina, advierten desde la Asociación de Amigos de los Castillos.