Beatriz Villacañas, poeta
Beatriz Villacañas, poeta
ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

Lugar para el reencuentro (45): Al paso de la vida. Amor: muerte, tiempo. Aforismos II

«Los tres sempiternos elementos de nuestra biografía y de la literatura»

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Al paso de la vida vienen a nuestro encuentro las tres grandes vivencias, los tres sempiternos elementos de nuestra biografía y de la literatura, los ineludibles: el amor, con toda su realidad de carne y espíritu. La muerte, con la que, a sabiendas de que nos espera, aprendemos a convivir tras de la marcha de este mundo de aquellos que amamos. Y el tiempo, ese misterio cuantificable en horas, años, instantes, que nos esculpe, que nos desgasta, que nos rompe, y que nos enseña tantas cosas. El amor, la muerte, el tiempo, los ineludibles, han cuajado en estos aforismos que he venido escribiendo al paso de la vida:

El tiempo nos esculpe y nos destruye, la eternidad aguarda y nos rescata.

En el amor se unen el sentir y el conocer: nadie conoce tan bien como quien ama.

El muerto permanece: está atado a nosotros por la interrogación más infinita.

Para el cuerpo, el tiempo es destino. Para el espíritu, circunstancia.

Nada que no contenga amor es verdaderamente sabio ni verdaderamente bueno.

La eternidad habita en el abrazo. Todo amor la contiene y es su más fiel espejo.

La piedra deja constancia de la prisa con la que avanza el tiempo en nuestra carne.

Nadie es imprescindible para el mundo, sólo ser amados nos hace imprescindibles.

Sobrevivir al amado es ver primero el pasmo de su lugar vacío y abrir ahí un camino por el que andar al lado suyo.

La vida del que ama siempre merece la pena.

A veces ser conquistado es ser salvado.

La palabra «muerte» no sabe de la muerte. Y nosotros, con la palabra «muerte», intentamos nombrar lo que desconocemos.

Quienes afirman que sólo hay que mirar hacia el futuro parecen pertenecer a un universo unidimensional.

Cuando logramos habitar el instante el vacío desaparece.

El amor y los que amamos cumplen una misma función en nosotros: nos moldean.

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