Lugar para el reencuentro (44): Desde el aforismo
Esa especie de «Haiku de la prosa, brevedad cargada de significación«
Actualizado: GuardarEl aforismo es, naturalmente salvando diferencias, una especie de haiku de la prosa. Porque es la brevedad cargada de significación, un abundante líquido en un pequeño recipiente (porque hay magia, también, en estas cosas). Además, no pocas veces en el aforismo se combinan filosofía y poesía, unión que, vengo diciendo, es casi inevitable en toda gran poesía y en toda gran filosofía: afortunadamente. Traigo aquí unos cuantos de los aforismos que he venido escribiendo al paso de la vida:
POESÍA:
El poeta auténtico sabe que la palabra no le fue entregada para contar sus miserias sino para limpiar éstas de auto indulgencia.
La Poesía no explica el mundo, da fe de su misterio.
El poeta verdadero es el que tiene la facultad de ver lo invisible en lo visible y de percibir el corazón sagrado de la carne y de las cosas.
Para el poeta el mundo nace cada día.
La Poesía no explica ni define: revela. Toda Poesía es Epifanía.
La palabra poética dibuja el momento perfecto en el espacio.
¿Para qué sirve la poesía? Pregunta vana que nace de confundir lo útil con lo importante.
La mejor poesía es siempre una fecunda colisión del cuerpo con lo desconocido.
Escribir un poema es adentrarse en el bosque...y al aventurero a veces se le cae la noche encima.
La poesía de las cosas es su realidad más genuina.
La percepción de lo poético revela el origen divino de lo humano.
El poeta se hace grande al percibir con gratitud humilde la majestad de las cosas.
El filósofo busca, el poeta encuentra casi siempre sin saber lo que busca.
El gran poeta, independiente de su edad, goza y sufre a un tiempo todas las edades.
Ambición de la Ciencia: viajar a la velocidad de la Poesía.
Cada pensamiento, cada verso, cada esfuerzo, es un deseo, a menudo inconsciente, de llegar a casa.
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