El mazapán de Toledo vive su Navidad más amarga, con un descenso de 25% en las ventas
La campaña navideña representa el 95% de las ventas totales anuales de las empresas del sector
A nadie le amarga un dulce, y menos en Navidad, y más si cabe este año por culpa del coronavirus. Pero, si además está hecho por una empresa de tu tierra, el dulce sabe incluso mejor porque, aparte de comprar a un paisano, puedes ayudarle ante la difícil campaña que ha dejado la pandemia al cierre de 2020 y principios del próximo.
Una situación que atestigua a ABC el presidente de la Asociación de Fabricantes de Turrones y Mazapanes de la Provincia de Toledo , Cándido Peces, que prevé que este año, sin todavía haber acabado la campaña, las ventas bajen en torno a un 25% con respecto a las del 2019. Una caída que, tal y como asegura, temían que fuera aún mayor, ya que las compras de última hora han minimizado las pérdidas.
Peces, que es también el propietario de la empresa familiar Mazapanes Peces en Consuegra (Toledo), reconoce que «este ha sido un año atípico». Según cuenta, «el coronavirus nos obligó a cerrar durante mucho tiempo la tienda que tienen en la localidad ante la falta de turismo y las compras descendieron, pero las ventas ‘online’ se han multiplicado por 5 o 6, y más cuando se ha acercado la Navidad».
De hecho, recuerda que la empresa tuvo que acogerse a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y trabajó la mitad del personal durante los peores meses de la pandemia, pero al final de la campaña, cuando quedaba poco tiempo para las fiestas navideñas, han estado a pleno rendimiento. «Las tiendas tradicionales se han demorado mucho en las compras, al igual que el consumidor final», apunta el propietario del obrador consaburense con más de cien años, que tiene entre sus principales clientes a Carrefour con su marca propia de mazapán.
Cándido Peces explica que este tipo de productos «están muy ligados a la evolución de la economía y es claro que este ha sido uno de los peores años, sino el peor». Aun así, señala que fue más pesimista al principio y ahora se da por satisfecho. «Incluso en los años más malos, siempre alguien se lleva un mazapán o un turrón a la boca en estas fechas tan bonitas. Por eso, speramos poder endulzar la vida de la gente en un año tan difícil como este», afirma confiado el también presidente de la Indicación Geográfica Protegida Mazapán de Toledo .
Y es que la mayor parte del mazapán que se elabora en España procede de los obradores y las empresas de la provincia de Toledo , en pueblos como Sonseca, Gálvez, La Mata, Torrijos, Polán y Consuegra. Peces define a este producto del siguiente modo: «Es un dulce unido a la tradición, siempre evoca la Navidad, la reuniones, la familia... y, aunque que se puede comprar todo el año, especialmente en Toledo, la campaña navideña representa el 95% de las ventas totales anuales».
En la provincia conviven pequeños y medianos obradores, con producciones anuales de entre 50.000 y 200.000 kilos de mazapán, con grandes empresas como Delaviuda que fabrican millones de kilos. Creada a principios del siglo XX en la localidad toledana de Sonseca, hoy es la compañía líder en el sector del turrón, mazapán, barritas y otros productos de confitería que comercializa con las marcas Delaviuda y El Almendro .
«El Covid-19 nos ha hecho reinventar nuestra forma de trabajar y crecer en eficiencia en las gestiones del día a día. Esta situación ha impulsado nuestra creatividad en la forma de trabajar la campaña, en la manera de relacionarnos con el cliente, y nos ha descubierto que es posible llegar al objetivo final, sorteando los obstáculos con nuevas soluciones y metodologías de trabajo», indica Isabel Sánchez Ruiz, directora general Corporativa, de Comunicación y Personas de Delaviuda Confectionery Group . Cree que «es pronto para hacer valoraciones, ya que la campaña sigue todavía, pero «somos prudentes pero optimistas», subraya.
En cualquier caso, siempre nos quedará el sabor del buen mazapán. Pero, ¿cuál es su secreto? Lo que distingue al mazapán toledano es que para su elaboración se utiliza un 50% de almendra y un 50% de azúcar. Pero, según desvela Cándido Peces, «luego, claro está, el saber hacer y contar con los rodillos de piedra que permiten dar una textura y un toque distinto».
Noticias relacionadas
