Jesús Maroto
Benedetti, cien años
«Recordemos, en el año de su centenario, a uno de los escritores más fecundos y populares de América Latina»
Dice Serrat , que recientemente ha editado una Antología de Benedetti , que era un hombre de aspecto frágil y sencillo, de gesto y voz mesurada, que acercó a la gente su palabra, despojada de solemnidad. Escribió, a contramano de las modas imperantes y de la crítica, historias que son las peripecias del hombre medio. Visitó todos los géneros literarios: la novela, el relato, el teatro, pero fue la poesía su predilecto , el que marco más intensamente su vocación y el más abundante y popular de su obra. Probablemente sea Benedetti, concluye Serrat, el poeta más leído en nuestro idioma, y con toda seguridad el más cantado.
Repasando las novedades editoriales de este otoño insólito y cargado de incertidumbre me encuentro con reediciones de varios de sus libros. Y hay uno que recomiendo fervientemente y que lleva por título: Testigo de uno mismo . Un libro que, aunando sencillez expresiva y experiencia personal, logra llevarnos del yo al nosotros , de la soledad a la solidaridad, consiguiendo un vínculo total entre autor y lector.
Eso que Borges llamaba «comercio», cuando afirmaba que lo importante de un libro de poesía no es el libro en sí sino el comercio que provoca entre poeta y lector. En otras palabras, Octavio Paz dijo: el lector siempre busca algo en el poema y no es insólito que lo encuentre porque ya lo llevaba dentro.
Pero volvamos a Benedetti que en los años ochenta del siglo pasado era leído por todos. Coloquiales, comprometidos e intensos, sus poemas se volvieron canción y bandera en Latinoamérica . Sus poemas se convirtieron en himnos. Baste con citar Te quiero que Nacha Guevara entonaba con voz inalcanzable: Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo… y en la calle codo a codo somos más que dos . Esos versos pasaron del libro al disco, al poster y a la cultura popular.
Dando un salto en el tiempo, me parece muy interesante lo que dice Luis Garcia Montero , actual director del Cervantes, sobre l a influencia de Benedetti en los jóvenes : La poesía es un género fronterizo entre lo público y lo privado, que las redes sociales potencian. Atrae su lenguaje claro, directo. Por supuesto siempre estará la queja de los herméticos, de los experimentalistas.
A propósito de esto, recuerdo ahora las palabras del último premio de poesía iberoamericana, el chileno Raúl Zurita , cuando habla de la poesía autista, de la que hay montañas hoy. Poesía, dice, que sólo es capaz de hablar de sí misma. Poesía que da la espalda al mundo, que se reduce a emociones privadas. Poesía que al leerla da la impresión que el mundo no ha pasado ni pasa nada.
No es el caso de Benedetti del que Gelman , otra gran poeta, dijo: Deberíamos agradecer que alguien haya ganado tantos lectores para la poesía.
No quiero pasar la ocasión sin citar a la poeta uruguaya Idea Vilariño de la que también se cumplen los cien años de su nacimiento. Una poeta, como Benedetti, hoy muy vigente. O como Ida Vitale , ganadora del Cervantes. Resulta muy revitalizante para la poesía el reconocimiento que se hace ahora de esta Generación del 45 uruguaya (tan castigada por el exilio político) a la que pertenecen los tres. Esto demuestra, una vez más, que la poesía no muere nunca y son muchas las veces que está tan por delante de su tiempo que tardamos en reconocer el valor que tiene.
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