CASTIILLA-LA MANCHA

La agónica falta de agua cierra el grifo del trasvase hasta primavera

El Gobierno regional exige un no rotundo y acusa a la ministra de «ser dubitativa»

TOLEDO Actualizado: Guardar
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Los embalses de Entrepeñas y Buendía no dan para más. Este martes han amanecido con 305 hectómetros cúbicos, el 12 por ciento de su capacidad y un 45 por ciento menos que hace un año. El grifo del trasvase Tajo-Segura está cerrado desde mayo y las expectativas empeoran día a día, una situación sin precedentes desde que se puso en marcha en el año 1979. El acueducto tardará mucho tiempo en volver a funcionar, probablemente hasta bien entrado el año que viene, según explicó a La Verdad de Murcia, Francisco Cabezas, el director general del Instituto Euromediterráneo del Agua y asesor del Ministerio de Agricultura. «La situación pinta muy mal y es casi seguro que en lo que resta de año natural no se podrá trasvasar nada», manifestó a la vista de la evolución de los embalses de la cabecera del Tajo que primero deberían remontar hasta los 400 hectómetros para que se generen excedentes, una posibilidad que se ve muy lejana.

«Tendría que caer un diluvio para que se produzca una recuperación en pocos meses», comentó.

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ya le informó el lunes, en persona, a la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García Élez, que no habrá más trasvase debido a la falta de agua. Sin embargo, desde el Gobierno regional lamentan que en el Ministerio jugaran a «ser dubitativos y sólo se dijo que no al trasvase ahora», algo que para la consejera de García-Page «es evidente» porque no hay agua. Por eso, ayer, en rueda de prensa, demandó «un compromiso claro» de que, aunque «haya más volumen tampoco se hicieran esos trasvases», sin embargo, «García Tejerina no se pronunció de manera tajante al respecto».

García Élez recordó que la ministra se basó en datos y mediciones para hablar de la situación actual de la cabecera y el Tajo Medio, por lo que «no tenemos problema en hacer una nueva visita a los embalses, con la ministra y la directora del Agua , para comprobar que «no hay agua y cuáles son las dificultades y problemas que tienen en los pueblos ribereños». Así, les invitó a visitar la cuenca a su paso por Talavera o Toledo para que veanr «una balsa de agua estancada sobre una cloaca que no tiene el mínimo ni para moverse». La consejera explicó que ella transmitió un mensaje claro: «La región no quiere más trasvases y no va permitir ni estar de acuerdo con ninguno que se haga nuevo, sea de la cuenca del Tajo o de la del Júcar».

Las conversaciones con el Ministerio continuarán y el próximo 1 de agosto se han emplazado a una nueva reunión el director gerente de la Agencia del Agua, Antonio Luengo y la directora general del Agua, Liana Ardiles, con el objetivo de que la región traslade que «la alternativa está en las desaladoras y apenas funcionan al 50 por ciento de su capacidad».

Agustina García Élez se mostró más satisfecha por la buena recepción de la ministra ante la propuesta que se hizo para que se autorice a los regantes del Júcar para utilizar la reserva de 100 hectómetros cúbicos para nuevos regadíos de forma paralela a la que se van sustituyendo los bombeos, tal y como contempla el Plan Hidrológico del Júcar. «Lo que pedimos es que los regantes de la Mancha Oriental, que ya han hecho una inversión del 40 por ciento, puedan utilizar el agua en esa proporción, ya que si no puede hacerse hasta que la obra esté totalmente ejecutada estaríamos hablando de aquí a 10 o 15 años», dijo.

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