El gran túnel entre España y Francia refuerza su red de refugios anticatástrofes

El gran túnel transfronterizo de Somport, que atraviesa el Pirineo aragonés para conectar por carretera a España y Francia, está siendo objeto de obras de mejora para reforzar sus sistemas de seguridad. En concreto, se está trabajando en la readecuación de los sistemas de ventilación de las galerías de salvamento , una red de refugios concebidos para que los viajeros puedan ponerse a salvo si se ven atrapados en una situación de emergencia dentro del túnel.

El estado en el que se encuentra este plan de obras ha sido analizado esta semana por la Comisión Intergubernamental del Túnel de Somport, que se ha reunido en Burdeos y en la que participan representantes de las administraciones española y francesa.

Una de las máximas preocupaciones en la seguridad de un túnel de estas características es garantizar la evacuación y el refugio de los viajeros que puedan verse atrapados en una situación catastrófica o potencialmente catastrófica , generalmente provocada por un accidente dentro del túnel que desencadene un efecto especialmente grave. La solución pasa por garantizar una adecuada red de refugios, unas puertas de emergencia por las que abandonar el túnel, mantenerse seguro hasta tanto desaparece el peligro y poder encarar la salida al exterior o el rescate por parte de los servicios de emergencias.

Para vigilar el tráfico y controlar la seguridad de este paso transfronterizo, en el túnel de Somport hay destacado un abultado equipo de explotación formado por 60 personas . Se reparten en cinco turnos, lo que permite cubrir el control de forma permanente, las 24 horas del día, todos los días del año. El dispositivo permanente incluye 30 oficiales con formación exhaustiva en extinción de incendios en túneles, excarcelación y atención sanitaria .

El túnel de Somport es el más largo de la red española de carreteras. Tiene una longitud total de 8,6 kilómetros . Discurre por las entrañas del Pirineo, 5,76 kilómetros en el lado español y el resto en el lado francés.

Es gestionado conjuntamente por ambos países. Su construcción costó 240 millones de euros. Se inauguró en enero de 2003, tras años de obras faraónicas. Fue un alarde de la ingeniería, pero se ha quedado a medio gas. Sus extraordinarias condiciones técnicas contrastan con el estado de las carreteras que conectan con él, especialmente la del lado francés, una vía de tercera que lastra ese paso transfronterizo. De hecho, el túnel de Somport solo registra una mínima parte del tráfico por carretera entre España y Francia.