Erradicar el mayor foco de contaminación de España costará 550 millones de euros

España necesita 550 millones de euros para erradicar su mayor foco de contaminación. Se localiza en Sabiñánigo (Huesca), terrenos contaminados por los vertidos ilegales de un insecticida, el lindano, cuya alta toxicidad hizo que fuera prohibido en Europa hace más de 20 años.

En Sabiñánigo se produjeron toneladas de lindano desde 1974 hasta 1989. El lindano fue el negocio de la fábrica Inquinosa, una compañía que acabó desapareciendo y contra cuyos responsables, sin éxito, se ha tratado de actuar judicialmente para que respondieran por el desastre medioambiental que dejó la factoría.

Amplias superficies de terrenos contaminadas por lindano, grandes acumulaciones de esta sustancia tóxica que han obligado a invertir, hasta la fecha, unos 50 millones de euros sin que eso haya permitido, ni de lejos, erradicar el problema.

El lindano sigue siendo un riesgo latente, que amenaza las aguas del río Gállego, de las que beben un buen número de localidadesaragonesas antes de que el cauce desemboque en el Ebro, en Zaragoza.

Hace un par de años, las aguas de lluvia arrastraron partículas contaminantes al río Gállego y una larga lista de poblaciones se quedaron sin agua del grifo, al tener que prohibirse su consumo como precaución sanitaria, dados los riesgos que conlleva el lindano para la salud humana.

En los últimos 25 años se han realizado diversas obras para intentar contener la expansión del foco contaminante, para tratar de acotarlo y mantenerlo bajo control. Pero sigue quedando lo fundamental, la descontaminación real de los suelos y de la fábrica abandonada de Inquinosa.

Un comité científico puesto en marcha por el Gobierno aragonés lleva meses intentando dar con soluciones técnicas que sean viables -y lo menos costosas posibles- para luchar contra el lindano. Han empezado a experimentar sobre el terreno con una técnica de oxidación química, e investigan en bacterias que sean capaces de «digerir» esas sustancias tóxicas.

Pero, mientras la ciencia indaga, el problema es el dinero. El Gobierno aragonés ya tiene listo el estudio sobre cuánto costará erradicar este gran foco tóxico, el mayor de España y situado a los pies de los Pirineos: harán falta 550 millones de euros, y muchos años, no menos de 25, para limpiar toda la zona afectada.

El documento lo ha trasladado a la Unión Europea en busca de fondos públicos para hacer frente a este problema medioambiental.

37 años intentando que los responsables paguen

Esos 550 millones de euros se suman a los alrededor de 50 ya invertidos. En total, por tanto, unos 600 millones de euros por un desastre ecológico que contrasta con los tan solo 6,4 millones de euros que la Justicia condenó a pagar a Inquinosa por los daños medioambientales que causó. Encima, esos 6,4 millones con los que la empresa debía indemnizar a la Comunidad autónoma nunca se han visto. La sociedad mercantil se esfumó.

Aquella sentencia firme que condenó a Inquinosa llegó en 2009, veinte años después de que, en 1999, arrancara el pleito promovido por la Administración aragonesa por estos hecos, y treinta años después de que Inquinosa abandonara su fábrica de Sabiñánigo.

A finales del año 2014, el Gobierno aragonés trató de reactivar la investigación judicial para conseguir que aquella responsabilidad empresarial se sustancie. Entre los 6,4 millones de euros de indemnización que se fijó en su día, y los intereses legales generados desde entonces, esta nueva demanda ascendía a 20 millones de euros, cantidad nimia comparada con los 600 millones que costará la descontaminación. Pero, hasta la fecha, no se ha conocido avance alguno en este nuevo intento por hacer que los responsables paguen. Se llegó a solicitar a un juzgado de Huesca que activara una investigación internacional, con ramificaciones en sociedades y fábricas de Rumanía y Estados Unidos presuntamente vinculadas societariamente con la desaparecida Inquinosa.