Sociedad
Se agrava la alerta por sequía en la «España verde» mientras la gota fría arruina al sur
Tres cuencas pirenaicas se encuentran en alerta por falta de agua en sus pantanos y varias más están en prealerta
Ocho embalses de la cuenca del Ebro se encuentran en alerta por falta de agua . La sequía apura cada vez más a la «España verde», mientras la gota fría inunda, mata y siembra destrucción en la España seca. La aridez se extiende desde el Pirineo , sin que el paso del devastador fenómeno meteorológico DANA (Depresión Aislada de Niveles Altos) haya servido siquiera para aliviar el problema.
En estos momentos, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) mantiene la alerta por sequía en las cuencas aragonesas de los ríos Gállego, Cinca y Aragón . Y en la misma situación se encuentra la cuenca riojana del Iregua , que ya lleva más de dos meses en alerta por falta de agua.
En el sistema que conforman las cuencas del Gállego y del Cinca, en Aragón, el agua hace tiempo que escasea. La preocupación empezó a cundir en invierno, porque nevó mucho menos de lo habitual y, además, las altas temperaturas aceleraron el deshielo a destiempo . En la primavera no se arregló el problema y el verano no ha hecho más que agravarlo. Sigue sin llover lo suficiente y los pantanos se secan en el norte de Aragón. La inquietud empieza a cundir ya de cara a 2020, porque cuadno los embalses llegan al final del año hidrológico con tan poca agua, se produce «una situación preocupante para el próximo año», según advierten desde la CHE.
Pantanos al límite
El panorama en estas zonas a los pies de las cumbres del Pirineo aragonés es desalentador. El embalse de La Sotonera, con capacidad para 189 hectómetros cúbicos, no guarda actualmente ni 50. El de Mediano está solo al 17,6% de su capacidad y el de Búbal apenas roza el 11%: solo le quedan 6,8 hectómetros cúbicos de agua, cuando este pantano está preparado para almacenar 63. En el embalse de Lanuza, algo parecido. Está al 16% de su capacidad máxima.
En otra cuenca, la del río Aragón, la situación también es preocupante y llevó a la CHE a declarar la alerta por sequía hace un par de semanas. El embalse de Yesa, del que dependen extensas zonas de regadío de Aragón y que ayuda a abastecer de agua potable a Zaragoza capital, está a solo el 25% de su capacidad, con 113 hectómetros cúbicos de los 447 que puede almacenar.
En La Rioja, la escasez se ceba en los embalses de Ortigosa («González-Lacasa») y de Pajares , en la cuenca del Iregua. Allí hace más de dos meses que la CHE activó la alerta por falta de agua. Y la situación sigue sin mejorar. De hecho, ha ido a peor en la última semana. El paso del frente que ha acabado en devastadora gota fría en el Levante y el sur peninsular no ha servido, al menos, para paliar la escasez de los embalses en el norte. El embalse de Origosa de Cameros está al 27%, tras perder otro hectómetro cúbico en la última semana, y el de Pajares anda por el 28%, y bajando. Pese a la severa sequía que azota a estos pantanos, la CHE afirma que «el abastecimiento a Logroño está garantizado» .
La sequía prolongada que ha vaciado embalses en la «España verde» también afecta a núcleos de población del Pirineo que llevan tiempo sufriendo restricciones. Según han indicado desde la CHE, «algunas pequeñas localidades, principalmente del Pirineo central y oriental, están sufriendo problemas y han tenido que aplicar medidas de ahorro y restricciones». Y, en los picos del Pirineo, allí donde la nieve resiste hasta en verano, el manto blanco también es mucho menor que el habitual.
Además de esas zonas que están en alerta hidrológica por sequía, la CHE también ha declarado en prealerta otras áreas. Entre ellas, las reguladas por los embalses de Oliana, Rialb, Camarasa, Terradets y Tremp, en el área de influencia del Pirineo catalán.
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