El Villa de Pitanxo estaba a la deriva cuando naufragó tras fallar el motor

El golpe de mar desplazó los pesos y aparejos de cubierta, según la hipótesis más verosímil

Cuándo se considera que una persona desaparecida en el mar ha fallecido

Albares pide a Canadá que siga colaborando en el rescate de los desaparecidos del 'Villa del Pitanxo'

El Villa de Pitanxo, en una imagen de archivo Efe | Vídeo: EP

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Villa de Pitanxo estaba a la deriva por un fallo de los motores cuando naufragó por un golpe de mar . Esta es la hipótesis más verosímil de la tragedia ocurrida en Terranova , según fuentes de la máxima solvencia consultadas por ABC. En esas circunstancias de extrema vulnerabilidad, agravadas por unas complicadas condiciones meteorológicas, un golpe de mar fue el que acabó por hundir el moderno buque , de 50 metros de eslora y 10 de manga.

Aunque por Marín circulan todo tipo de versiones sobre las causas del accidente, la secuencia de hechos que desembocaron en la peor tragedia en décadas de un pesquero español comienza a estar más clara. Según las fuentes consultadas, el Villa de Pitanxo sufrió poco antes del naufragio un fallo de motores que lo dejó a la deriva. Este tipo de situaciones son siempre muy delicadas, pero que eso se produjera en un momento en el que había olas de seis metros de media, con picos de hasta nueve, y un fuerte viento lo complicaba todo.

Se desconoce cuánto tiempo estuvo el barco en esa tesitura, pero sí ha trascendido que el fallo mecánico coincidió con las maniobras de recogida de redes, cargadas de pescado, que hacía en cubierta buena parte de la tripulación, mientras el resto intentaba descansar en los camarotes. Juan Padín, patrón y uno de los supervivientes, intentó gobernar el barco desde el puente de mando y parece que logró sortear más de una ola. Pero la situación entonces ya era crítica.

INFOGRAFÍA (PINCHA IMAGEN PARA VER). El naufragio del Villa Pitanxo, paso a paso.

Como ya adelantó ayer ABC, un golpe de mar fue el que terminó por provocar el naufragio . Algunas fuentes aseguran que entró por la rampa de popa, en ese momento abierta para la recogida de redes, y arrastró todo lo que encontró a su paso, marineros incluidos. El efecto del peso de las capturas, junto al desplazamiento de la carga que ya estaba almacenada en las bodegas, habría levantado la proa del Villa de Pitanxo, con la consecuencia inmediata de la entrada masiva del agua. A partir de ese momento, el hundimiento del arrastrero fue tan irreversible como rápido.

Escora fatal

La segunda hipótesis que se maneja es que el golpe de mar hubiera llegado por babor o estribor. El agua arrastró a uno de los costados del pesquero los pesos y aparejos de cubierta, escorándolo de forma fatal. De nuevo el consiguiente desplazamiento de la carga habría acelerado el naufragio, sin que la mayoría de los tripulantes pudiera reaccionar para intentar ponerse a salvo.

Más allá de que el Villa de Pitanxo recibiera el golpe de mar por popa o por uno de sus costados, la principal novedad sobre las causas de la tragedia –en realidad es una concatenación de factores lo que la desata– es que eso se produjera en un momento que el barco estaba a la deriva . Es precisamente el por qué de ese fallo de los motores una de las incógnitas principales que planean sobre el hundimiento, y probablemente solo podrán empezar a conocerse cuando el patrón preste declaración.

De momento, según todos los testimonios recogidos por ABC, sigue en estado de shock y habrá que esperar a que llegue a tierra para poder hablar con él más tranquilamente de lo sucedido. «Es el único que sabe qué sucedió exactamente, porque estaba en el puente de mando», añaden las fuentes consultadas, que insisten en que hay que mantener todas las cautelas, porque en este naufragio, como ya se ha señalado, han influido de forma decisiva varios factores.

En cuanto a los supervivientes se esperaba que llegaran a las seis de la mañana de este viernes (once de la mañana en España) al puerto de San Juan, en Terranova, pero finalmente el mal tiempo retrasará su llegada hasta mañana, a la misma hora. En concreto, el pesquero gallego Playa Menduiña Dos lleva a bordo a los tres tripulantes que lograron salvar la vida y seis cuerpos; el pesquero portugués Franca Morte un cuerpo. El buque Nexus con bandera de Canadá sí arribará en el puerto de San Juan hoy a las once (hora española) con los dos últimos cadáveres recuperados . Las autoridades españolas intentan ahora agilizar los trámites para las repatriaciones.

Mientras tanto, la agonía de los familiares de las víctimas por la falta de noticias de sus seres queridos continúa. Algunas, como las del cocinero Fernando Santafé, al menos recibieron confirmación extraoficial, a través de un marinero del barco que recuperó el cuerpo, de que estaba entre los nueve cadáveres rescatados. Pero para el resto la incertidumbre comienza a ser insoportable.

No solo eso; los familiares están indignados porque Canadá solo mantuvo 37 horas los trabajos de búsqueda de los desaparecidos , y eso que su protocolo en este tipo de sucesos especifica que a las 24 horas deben cesar esas tareas. Las autoridades españolas intentan convencer a los responsables del servicio de rescate que mantengan algún tiempo más el dispositivo, pero saben que es muy difícil que lo consigan. Entre otras cosas, porque estas actuaciones se han desarrollado en unas condiciones meteorológicas muy complicadas, que han puesto en peligro a quienes han participado en ellas. 

«Ya sabemos que están muertos, pero esas 12 personas no merecen que se les abandone», dijo ayer María José Dopazo, hija de Francisco Dopazo, uno de los tripulantes del barco que todavía no ha sido localizado. «No tenemos información de nada. Si no nos ponemos nosotros en contacto al verlo en los medios de comunicación, no sabríamos que se ha suspendido el rescate», se quejó Christopher González, hijo de Fernando González, otro de los desaparecidos. « Hay que seguir buscando los cuerpos , no se puede dejar a 12 personas tiradas dentro del mar así», pidió a la prensa desde Marín, John Okutu, tío de Edemon Okutu, uno de los tripulantes ghaneses del barco, todavía en paradero desconocido. «Si Canadá no puede seguir buscando, los españoles tienen que ir a seguir», agregó, muy afectado.

Los expertos consultados por ABC aseguran que encontrar más cuerpos es extremadamente improbable, entre otras razones porque se sospecha que algunas de las víctimas ni siquiera tuvieron tiempo de alcanzar la cubierta para intentar ponerse a salvo y estarían atrapados en el casco del Villa de Pitanxo, a mil metros de profundidad . No obstante, reconocen que en España sería impensable poner fin a la búsqueda cuando solo se han empleado 37 horas en ellas.

La Xunta, mientras, ha diseñado un dispositivo de asistencia psicológica a los familiares similar al que desplegó tras la tragedia del Alvia de 2013. Y es que lejos de amainar, a medida que pasan las horas el dolor por la incertidumbre aumenta.

La comarca de O Morrazo , por supuesto, sigue conmocionada por los acontecimiento y sus vecinos aún tratan de asimilar la tragedia. El naufragio es el único tema de conversación en cada bar, en cada corrillo, y cada marinero tiene su propia hipótesis de lo ocurrido. Son muchos lo que conocían a las víctimas, los que han vivido en carne propia o a través de amigos o familiares las tragedias de la mar . También son muchos los que tienen allegados embarcados, y viven los hechos como propios. Algunos hablan sin tapujos; otros, rumian su dolor en silencio. Hablar con ellos estremece, porque solo en casos como este trasciende la dureza del oficio de la mar.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación