Las víctimas claman contra el plan de acercamiento de presos del Gobierno

El Gobierno empezará el acercamiento de presos de ETA empezando por los enfermos terminales y los mayores de 70 años

Mari Mar Blanco pronuncia su discurso en el acto de homenaje a las víctimas del terrorismo Isabel Permuy | Vídeo: El Gobierno quiere acercar a presos de ETA mayores de 70 años y con enfermedades terminales ATLAS
Ana I. Sánchez

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , solicitó ayer «el apoyo» del Congreso para adaptar la política penitenciaria que se aplica a los presos de ETA para acercarlos a cárceles vascas. Un proceso que, ha asegurado, se hará «siendo empáticos con las víctimas del terrorismo». El jefe del Ejecutivo se refirió a la cuestión durante el debate del Consejo Europeo después de que el portavoz del PP, Rafael Hernando, le acusara de pactar ese acercamiento con el lendakari Íñigo Urkullu a cambio del apoyo del PNV a la moción de censura. «ETA fue derrotada por la democracia y, en consecuencia, lo que tenemos que plantear como Gobierno, esa es nuestra responsabilidad y para eso pido apoyo de la Cámara, es revisar la política penitencia y adecuarla a una nueva realidad, siendo empáticos, por supuesto, con las víctimas del terrorismo», dijo Sánchez. Posteriormente, en conversación informal con la prensa, el presidente del Gobierno adelantó que los presos que tengan alguna enfermedad terminal o que sean mayores de 70 años serán los primeros en ser trasladados a cárceles del País Vasco.

Unos detalles que no quiso terminar de desvelar el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, a las fuerzas de la oposición en el interior del Pleno pese a que el vicesecretario del PP Javier Maroto le preguntó específicamente cuál será la política penitenciaria del Gobierno durante la sesión de control. Grande-Marlaska le acusó entonces de quedarse en los titulares y aseguró que aplicará «el principio de legalidad y transparencia», la Ley Penitenciaria y un tratamiento individualizado. Le advirtió además de que no debe confundir «acercamiento» con «progresión de grado» . Según el ministro del Interior, el Gobierno expondrá a las víctimas cuáles van a ser los requisitos en cada supuesto de acercamiento o permisos. Y, al igual que Sánchez, dio después más datos en los pasillos a los periodistas. No planteó ningún horizonte temporal ni concretó a cuántas personas podría afectar aunque si apuntó a una cifra de entre 10 y 20 casos. Marlaska no llegó a avanzar tanto como el presidente pero sí coincidió en que «la edad y las enfermedades serán parámetros para establecer criterios» , así como el repudio de ETA o el cumplimiento de gran parte de la pena. Insistió también en un tratamiento «individualizado» de cada caso, rechazando de plano los traslados colectivos.

La confirmación de más detalles por parte del Gobierno de que procederá a trabajar en el acercamiento de presos coincidió en el tiempo con el acto en conmemoración a las víctimas del terrorismo , que se celebró a media tarde en el Congreso de los Diputados.

«Sin hipotecas»

Entre los asistentes se encontraba la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Maite Araluce , expresó ante la prensa la indignación ante la posición del Gobierno. Araluce lamentó que «el primer pronunciamiento» del nuevo presidente del Gobierno en esta cuestión ha sido para «preocuparse por los terroristas en lugar de por las víctimas» . Confirmó que ya han pedido una reunión al líder del Ejecutivo para que les explique «por qué se posiciona del lado de los terroristas en lugar de las víctimas». La presidenta de la AVT ha defendido la política de dispersión porque «favorece la reinserción» de los terroristas al alejarlos de un entorno que los dirige y condiciona.

Pero por la mañana, en esa conversación informal con la prensa, Sánchez reconoció que no estaba en agenda ninguna reunión porque las víctimas ya se habían reunido con el ministro de Interior.

«Queremos un relato de vencedores y vencidos»

Durante el acto de homenaje a las víctimas, al que no asistieron los parlamentarios de EH Bildu, la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco , se mostró muy crítica con la intención del Ejecutivo socialista de acercar presos de ETA . La diputada popular destacó que «ninguna hipoteca política puede saldarse a costa de las víctimas de ETA» y advirtió que la memoria y el sacrificio de las víctimas «no se vende, se defiende todos los días» . Además, Blanco remarcó que «cualquier convivencia con los terroristas fuera del marco de la ley» podría ser entendido, según ella, como «un gran insulto a la memoria de todas las víctimas del terrorismo». Blanco fue clara: «Queremos un relato de vencedores y vencidos».

Un discurso que no aplaudieron el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ni el de ERC, Joan Tardá. Sí lo hicieron al término del minuto de silencio que planteó la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que en su discurso insitucional reconoció la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para plantar cara al terrorismo y puso el acento sobre la necesidad de una «constante defensa» de «los fundamentos éticos sobre los que descansa la convivencia y libertad».

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