Qué supone obtener el segundo grado penitenciario

Urdandarin prospera en el sistema penitenciario de grados. En términos de salidas, es sólo un paso previo a la semilibertad

Iñaki Urdangarin, en imagen de archivo EFE

Yaisa Serrano

Después de dos meses en prisión, Iñaki Urdangarin ha obtenido el segundo grado penitenciario tras solicitarlo el pasado 9 de este mes. La concesión, básicamente es un trámite en el sistema de prisiones .

El proceso de concesión de tres grados permite una clasificación e individualización del caso de cada preso, a los que van acceciendo por su ingreso, progresión o regresión. Una vez el preso ingresa en la cárcel, se le otorga un grado en función de las distintas características del caso. Desde el primer grado hasta el tercero, el proceso es positivo. Es decir, Urdangarin, al obtener el segundo grado ha prosperado hacia unas medidas un tanto menos privativas de libertad.

Aun así, la diferencia entre el primero y el segundo, no es abismal. El primer grado es el más restrictivo y el segundo supone un paso previo para el tercero, pero hasta no alcanzar el último no contará con medidas excepcionales de libertad. Es una formalidad que le permitirá, por ejemplo, participar en la programación de actividades «educativas, formativas, socioculturales y deportivas», acceder a formación y educación, tutoría y orientación académica, y conseguir incentivos o traslados por «motivos educativos», según recoge el Reglamento Penitenciario.

La información que contiene Interior sobre el sistema de Instituciones Penitenciarias sostiene que el segundo grado se le concede a aquellos presos que «concurren unas circunstancias personales y penitenciarias de normal convivencia, pero sin capacidad para vivir, por el momento, en semi libertad». Es decir, por normal general, todos los presos pasan a un segundo grado , excepto si son peligrosos o incurren en circunstancias excepcionales.

Sin embargo, en términos de salidas, el segundo grado no supone nada más que un paso previo. Cuando Urdangarin cumpla una cuarta parte de la condena , podrá contar con el primer permiso penitenciario, es decir, en navidades de 2019. En ese momento, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias podría otorgarle el tercer grado de semilibertad cuando cumpla, al menos, la mitad de la condena, al tratarse de un castigo de más de cinco años. El Tribunal Supremo lo condenó a cinco años y diez meses de cárcel. Aunque lo normal es que los presos cumplan tres cuartas partes de la condena.

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