Solo un 14 por ciento de los socialistas darían más poder a las autonomías

A veces el discurso de los líderes políticos no tiene nada que ver con lo que opinan los ciudadanos. Esto se refleja con claridad en la pregunta que hace el CIS (lee aquí los resultados del último barómetro) sobre las preferencias que tienen los españoles respecto al modelo territorial de España. Ahí se comprueba que los votantes socialistas quieren, de forma mayoritaria, dejar el Estado de las Autonomías tal y como está, y, en todo caso, si se cambia que sea para dar más poder al Gobierno de la Nación y menos a las autonomías. Es decir, exactamente lo contrario de lo que exige y defiende Pedro Sánchez, quien propugna una reforma federal de la Constitución para dar más poder a Cataluña y al resto de Comunidades.

Solo el 10,6 por ciento de los votantes del PSOE estaría de acuerdo con un Estado en el que las comunidades tuvieran mayor autonomía que en la actualidad, y únicamente el 3,2 por ciento defiende que se pueda reconocer la posibilidad de que sean estados independientes.

La realidad y lo artificial

Esa distancia abismal entre el discurso «oficial» del partido y lo que realmente quieren los ciudadanos y los propios votantes se ve en otras formaciones, como en Unidos Podemos. Tanto Pablo Iglesias como Alberto Garzón son defensores a ultranza de que Cataluña pueda celebrar un referéndum sobre su independencia, para que los catalanes «decidan» si quieren formar un Estado independiente de España.

Pues bien, solo el 11,2 por ciento de los votantes de esa coalición está de acuerdo con esa posibilidad. El 34,7 por ciento de sus electores quieren un Estado de las Autonomías como el actual, e incluso un 12,6 por ciento (más que los defensores de un referéndum por la independencia) estaría de acuerdo en un Estado con un único Gobierno central sin autonomías de ningún tipo.

En el PP y en Ciudadanos no se produce esa grieta entre lo que defienden sus dirigentes y lo que quieren sus votantes. La inmensa mayoría es partidaria de mantener el Estado de las Autonomías actual, y en todo caso defiende un Gobierno de la Nación más fuerte con menos poder para las Comunidades.