El asesinato de Ardines, un crimen por encargo a cambio de 25.000 euros

Los sicarios rociaron al concejal de Llanes con espray pimienta para reducirlo y lo golpearon con saña antes de asfixiarlo

Pedro Luis Nieva, presunto inductor del crimen, a su llegada al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Llanes Efe / Vídeo: Prisión provisional comunicada y sin fianza para los acusados de asesinar a Javier Ardines

Abc

Uno de los sicarios que asesinaron al concejal de Llanes Javier Ardines confesó ayer al juez que Pedro Nieva les encargó que mataran a su primo político por una contraprestación de 25.000 euros a repartir entre los dos autores materiales del crimen, según informa hoy el diario El Comercio .

Fuentes judiciales señalaron que este detenido reconoció previamente ante la Guardia Civil durante una declaración de casi dos horas « su participación activa tanto en la preparación como en la ejecución de lo encargado ». En varias ocasiones se desplazaron a Llanes desde Bilbao para estudiar la zona, concretar los pormenores y ensayar la emboscada.

Los investigadores hallaron en el coche de los sicarios restos del espray pimienta con el que rociaron a Ardines para reducirlo , de ahí la escasa resistencia que pudo presentar pese a su envergadura. Era el mismo aerosol de defensa que la Guardia Civil encontró en las vallas de obra amarilla que colocaron los asesinos en el camino situado a la salida de la casa del concejal, en Belmonte de Pría, para cortarle el paso y que también se encontró en el cuerpo de la víctima.

Cuando Ardines se bajó de su furgoneta para retirar las vallas de su camino el pasado 16 de agosto, los dos argelinos le rociaron con el espray pimienta, dejándole ciego temporalmente, así como con náuseas, irritación y tos. Los sicarios aprovecharon entonces para golpearle con saña con un objeto que no ha sido encontrado. Ardines logró escapar unos metros, pero los asesinos le persiguieron y junto a la casa de su vecino lo asfixiaron.

Un crimen planeado con detalle

Según los investigadores, Pedro Luis Nieva encargó el asesinato del concejal a dos sicarios no profesionales de nacionalidad argelina y procedentes del mundo de las drogas con la colaboración de un amigo, movido por los celos derivados de su obsesión por una supuesta relación de Ardines con su mujer.

Casado con una prima de la mujer del concejal, mantenía una estrecha amistad con la víctima forjada en sus estancias en su casa de Llanes, a la que acudía los fines de semana y en verano desde Amorebieta, situada a unos 200 kilómetros, aunque desde que se cometió el crimen no volvió a ser visto en la zona.

Los investigadores creen que el presunto inductor planeó con tiempo y detalle el asesinato del que fuera su amigo movido por los celos.

Ardines, que había renunciado a su sueldo de concejal y se ganaba la vida como patrón de barco, tenía unas rutinas y unos horarios que hacían fácil calcular sus movimientos, puesto que salía a diario sobre las 6:30 horas a faenar con su embarcación «Bramadoria» antes de atender a sus responsabilidades municipales.

Algunos días antes de su asesinato, el concejal, de 52 años, casado y padre de dos hijos, comentó a su entorno algo que le había llamado la atención, el hecho de que encontrara unas vallas puestas en el camino rural por el que circulaba todas las mañanas. En aquella ocasión, Ardines decidió bajar del coche para retirar las vallas y continuar su recorrido hasta el puerto de Llanes sin más incidencia, pero el 16 de agosto tres vallas de obra volvían a bloquearle el paso y, cuando se bajó de la furgoneta con el motor aún en marcha para retirarlas, fue sorprendido por sus asesinos.

La Guardia Civil detuvo el martes a Pedro Luis Nieva como inductor del crimen, a su amigo Jesús Muguruza Butrón , al argelino Djilali Benatia y a otro compatriota de este preso en una cárcel suiza. Estos dos últimos fueron los presuntos autores materiales del crimen. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), los investigadores tienen constatado que la señal del teléfono móvil del segundo argelino que permanece arrestado en Suiza fue detectada por un repetidor en la zona y en el momento de la muerte violenta del concejal.

Ayer, ante la titular del Juzgado de instrucción de Llanes, el presunto inductor se negó a responder a preguntas y se limitó a una declaración de cinco minutos en la que no reconoció ni el encargo ni la participación en el crimen. El tercer detenido, Jesús, que según los investigadores actuó de enlace con los sicarios, se negó a declarar.

La jueza decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza para los tres detenidos, a los que atribuye un delito de asesinato.

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