Sánchez termina la gira europea sin el apoyo de los grandes países a su plan sobre los precios

El presidente se reunió ayer con Macron, con su homólogo belga y con las instituciones comunitarias

Pedro Sánchez y el presidente francés, Emmanuel Macron, ayer lunes en el Palacio del Elíseo EFE / Vídeo: Sánchez insistío este pasado lunes ante De Croo en «articular respuestas comunes a un problema común» - EUROPA PRESS

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Pedro Sánchez concluyó ayer en París y Bruselas su gira europea , con entrevistas bilaterales con el presidente de Francia, Emmanuel Macron , con el primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo , con el también belga y presidente del Consejo Europeo, Chales Michel, y con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El jefe del Ejecutivo español, que ha tenido que anular su última cita prevista para hoy en Dublín ante el positivo en Covid del primer ministro irlandés, Micheál Martin, trata de abanderar de cara a la reunión de los socios de la Unión Europea (UE) de finales de esta semana su receta para combatir el alza de los precios de la energía , que pasa por «desacoplar» el precio del gas del de la electricidad .

En dos brevísimas declaraciones sin admitir preguntas de la prensa –la primera a mediodía en el Palacio del Elíseo junto a Macron y la segunda ya en territorio belga junto a De Croo– Sánchez, además de resaltar la «unidad» de los socios comunitarios frente a la invasión de Ucrania realizada por Vladímir Putin y la «solidaridad» con el pueblo ucraniano, pidió una «respuesta común europea» ante –argumentó– el «desbocado precio» de la energía.

Alexander De Croo coincidió con su homólogo español en asegurar que esos precios de la energía –por los que este fin de semana se manifestaban miles de ciudadanos en nuestro país y llevan haciéndolo desde hace días los transportistas– «no reflejan la realidad», al estar condicionados por la guerra en Ucrania.

«Los mercados [energéticos] se han vuelto absolutamente irracionales y lo están pagando nuestros ciudadanos», afirmó el jefe del Gobierno belga , un dirigente flamenco de la familia de los liberales que no dudó en abogar por una eventual «intervención» de esos mercados si, dijo, estos «no funcionan». Pedro Sánchez le agradeció sus palabras y apostilló que «los precios no están reflejando la realidad» y por ello, señaló, «hacen falta medidas a escala europea tanto desde el punto de vista de la oferta como desde el punto de vista de la formación de los precios». Todo ello con el objetivo, afirmó, de «proteger a nuestros ciudadanos y proteger también a nuestra industria».

La comparecencia con Macron fue igual de breve, apenas diez minutos, con bastante más boato –dos atriles colocados a la puerta del palacio presidencial francés, con su correspondiente guardia republicana de honor–, pero con menor complicidad por parte del presidente del país vecino, quien se limitó a subrayar que «nuestro diálogo de hoy será muy útil» y a enfatizar las coincidencias con el Gobierno español ante la crisis ucraniana, tanto en la acogida de refugiados como en la entrega de armas a la resistencia. Pero ni un paso más de aliento por parte de Macron –que ejerce este semestre la presidencia de la UE– sobre la propuesta española de desligar el gas de la electricidad como medida para detener la subida de precios, que Sánchez sintetizó en su presencia como la necesidad de ofrecer «una postura común, lo suficientemente equilibrada entre el suministro y la evolución del precio, para proteger lo más importante: la recuperación económica y el bienestar de los ciudadanos».

Dilatar las medidas

La estrategia de Pedro Sánchez ha sido desde el primer momento dilatar las medidas para combatir la crisis de precios, que no se adoptarán hasta el Consejo de Ministros de la semana que vi ene, una vez que se haya celebrado el Consejo Europeo, que en esta ocasión irá también acompañado de una reunión de la OTAN que será presidida por el presidente de EE.UU., Joe Biden . Y ello pese las peticiones de los sectores afectados, fundamentalmente los transportistas y los trabajadores del campo; de la oposición en España, pues el PP lleva ya semanas reclamando una bajada al IVA superreducido para electricidad y combustibles ; y, también, pese a que otros países europeos ya han adelantado medidas sin esperar a los socios comunitarios, como han hecho Alemania, Portugal, Italia, Irlanda, Polonia y, precisamente, Francia y Bélgica.

Fuentes socialistas defienden la estrategia gubernamental por la posibilidad de que la UE adopte dentro de unos días medidas que ya no sería necesario tomar de manera unilateral por España, y aseguran que las rebajas fiscales se han decidido en otros países donde los precios de los carburantes están mucho más disparados que en nuestro país.

De su gira europea, Sánchez se lleva como saldo positivo el apoyo de los países mediterráneos o del sur a ese plan para desvincular el gas del precio final de la electricidad. Un respaldo que los jefes de gobierno de Italia, Mario Draghi; Portugal, Antonio Costa, y Grecia, Kyriakos Mitsotakis, –un tecnócrata, un homólogo socialista y un conservador, respectivamente– le manifestaron en una de las primeras etapas del periplo comunitario. Pero todos ellos tendrán que hacer frente al recelo de las economías del norte, singularmente Alemania, ante una respuesta común a la crisis energética. Ocurra lo que ocurra, las medidas del Gobierno el próximo martes saldrán en un Decreto que tendrá que convalidar el Congreso, y no es ningún secreto la precaria mayoría parlamentaria del Ejecutivo, como evidenció la reforma laboral recientemente.

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